Los 12 años del pontificado del Papa Francisco en 12 frases
El 13 de marzo de 2013 los cardenales elegían a Jorge Mario Bergoglio nuevo Papa, el primero de origen sudamericano: 12 años que dejan gestos, mensajes, viajes, anécdotas y frases que ya son historia de la Iglesia

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A las 19.06h del 13 de marzo de 2013 se detuvo el mundo: sonaban las campanas en el centro de Roma. Los cardenales, reunidos en cónclave, elegían al nuevo Papa. Nadie podía imaginar en ese momento que los 115 electores habían elegido como sucesor de Benedicto XVI al primer Pontífice sudamericano y jesuita de la historia: Jorge Mario Bergoglio.
“Fueron a buscarlo al fin del mundo”, expresó con ironía el Papa Francisco en su primer saludo ante los fieles congregados en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Este jueves se cumplen doce años de su elección. Tenía 76 años. Ya en su presentación hacía referencia a la idea de “una Iglesia pobre para los pobres", eje central de su Pontificado.
El Santo Padre celebra esta efemérides en el Hospital Gemelli de Roma, donde ingresó el pasado 14 de febrero para tratarse de la neumonía que derivó en una neumonía bilateral, aunque la mejoría experimentada en los últimos días hace pensar que su Pontificado sigue adelante.
Estos doce años han dado para muchos: gestos, mensajes, documentos, viajes, anécdotas y frases que ya son historia de la Iglesia. A continuación repasaremos algunas de las más potentes que resumen bien lo que ha sido, hasta ahora, el magisterio de Francisco al frente de la Cátedra de Pedro.
“Quien practica un aborto es un sicario”
En numerosas ocasiones, el Papa Francisco ha hablado sobre la 'cultura del descarte', un concepto que denuncia la tendencia de la sociedad moderna a marginar y desechar a las personas que no se consideran productivas o útiles, especialmente los ancianos, los pobres y los más vulnerables.
En este sentido, Bergoglio ha defendido la vida como un don desde su concepción hasta el final. De ahí que el Pontífice haya calificado el aborto como “un homicidio” y a quienes lo practican como “sicarios”.
“"El aborto es más que un problema, el aborto es un homicidio. Sin medias palabras: quien realiza un aborto, mata", expresó en el avión de regreso a Roma procedente Eslovaquia, en septiembre de 2021.
“Si las familias no están al centro del presente, no habrá futuro”
El Santo Padre siempre ha reivindicado la importancia de la familia para transmitir la fe a las nuevas generaciones, y ha alertado del peligro que el avance de la secularización en Europa está incapacitando a los adultos a sembrar el cultivo de la fe.
Además, Francisco ha mostrado su preocupación por el 'invierno demográfico' que afecta especialmente a países como España o Italia. Precisamente en este último país se ha celebrado en varias ocasiones el foro ‘Estados Generales de la Natalidad’ organizado por Asociaciones Familiares.
En ella, el Papa denunció la preocupación con el que demasiadas embarazadas afrontan este periodo de gestación por miedo al despido en sus empleos: “Los temores dados por los costes cada vez menos sostenibles de la crianza de los hijos y la tristeza por las mujeres que en el trabajo se ven desanimadas a tener hijos o tienen que esconder la barriga. Son arenas movedizas que pueden hundir a una sociedad y contribuyen a hacer aún más frío y oscuro ese invierno demográfico”, recalcaba.
“Los mares y desiertos de las rutas migratorias se han convertido en cementerios”
La primera visita de Jorge Mario Bergoglio fue a la isla italiana de Lampedusa, la ruta por donde miles de migrantes tratan de llegar a Europa por el Mediterráneo. Toda una declaración de intenciones de Francisco, que a lo largo de sus doce años de Pontificado ha denunciado una y otra vez que el Mediterráneo se haya convertido en un cementerio para muchos que abandonan su país de origen en busca de un futuro esperanzador.
De ahí que el Papa haya instado a los países receptores de estos flujos migratorios “acoger, promover, promocionar e integrar” a estas personas, siendo muy críticos con la población que repele a los migrantes.
“Hay quienes trabajan sistemáticamente por todos los medios para repeler a los migrantes. Y esto, cuando se hace con conciencia y con responsabilidad, es un pecado grave. Lamentablemente los mares y desiertos de las rutas migratorias se han convertido en cementerios. No olvidemos lo que dice la Biblia, no maltratarás ni oprimirás al emigrante”, ha denunciado.
“En la Iglesia caben todos”
El Papa Francisco ha sido un firme defensor de una Iglesia inclusiva, promoviendo la apertura, la acogida y la cercanía hacia todos, sin importar su origen, condición social o situación personal. A lo largo de su Pontificado, ha hecho múltiples declaraciones y tomado decisiones que subrayan la importancia de construir una Iglesia que sea hogar para todos.
“En la Iglesia hay lugar para todos, repitan conmigo todos, todos, todos. Amar es riesgoso, hay que correr el riesgo de amar. La alegría es misionera, la alegría no es para uno, es para llevar algo, la alegría es misionera. El único momento lícito para mirar de arriba abajo a una persona es para ayudar a levantarse”, proclamó durante la JMJ de Lisboa en agosto de 2023.
"Los adultos debemos dejar un planeta habitable a las generaciones futuras”
El Papa Francisco ha sido un líder destacado en la lucha contra la crisis climática, subrayando constantemente la urgencia de actuar para proteger “la Casa Común”, en referencia al planeta.
A través de sus discursos, encíclicas y entrevistas, ha dejado mensajes poderosos y urgentes sobre la relación entre la humanidad y el medio ambiente: "El clima trastornado es una advertencia para que detengamos semejante delirio de omnipotencia”, reclamó el 2 de diciembre de 2023, durante su discurso a la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) en Dubái.
“La política es una de las formas más altas de la caridad”
El Papa ha abordado en múltiples ocasiones la importancia de la presencia de los cristianos en la vida pública y política, destacando que la fe cristiana no debe ser relegada al ámbito privado, sino que debe tener un impacto transformador en la sociedad. Según él, los cristianos tienen una responsabilidad moral de actuar con justicia, solidaridad y misericordia en todos los ámbitos de la vida, incluidos la política y la vida pública.
“Debemos inmiscuirnos en la política, porque, porque busca el bien común. Y los laicos cristianos deben trabajar en política”.
"Alguno me dirá ‘pero no es fácil’. Tampoco es fácil llegar a ser sacerdote. No son cosas fáciles porque la vida no es fácil. La política es demasiado sucia pero yo me pregunto: ¿por qué es sucia? ¿Por qué los cristianos no se han involucrado con su espíritu evangélico?", precisó en junio de 2013 durante un encuentro de alumnos y exalumnos de los colegios jesuitas de Italia y Albania.
“El aburguesamiento del corazón nos paraliza”
Jorge Mario Bergoglio ha alertado en infinidad de ocasiones sobre el peligro del 'aburguesamiento cristiano', entendiendo este concepto como un proceso por el cual los cristianos, especialmente aquellos que tienen una posición social o económica más privilegiada, pierden su conexión con las realidades más humildes y sufrientes, y se alejan de los valores fundamentales del Evangelio.
Este "aburguesamiento" se refiere, según el Papa, a un egoísmo y una comodidad que hace que los cristianos dejen de comprometerse activamente en las luchas por la justicia social, el bienestar de los pobres y el cuidado de la creación.
“¡Cuánto daño nos hace la vida cómoda, el bienestar! El aburguesamiento del corazón nos paraliza. Algunas personas prefieren no informarse y viven su bienestar y su comodidad indiferentes al grito de dolor de la humanidad que sufre”, expuso el 13 de mayo de 2013, durante la canonización de los Mártires italianos de Otranto y de las religiosas Laura Montoya de Colombia y María Guadalupe García Zavala de México.
“De la indiferencia ante Dios brota también la indiferencia ante el prójimo”
El Papa Francisco ha hablado en varias ocasiones sobre el individualismo, condenándolo como una actitud que aleja a las personas del verdadero espíritu cristiano y de la llamada a la solidaridad, la comunidad y el servicio. Para el obispo de Roma, el individualismo no solo es una tendencia que afecta a la vida personal, sino también a las relaciones sociales, económicas y políticas, creando una sociedad fragmentada y egoísta.
“La primera forma de indiferencia en la sociedad humana es la indiferencia ante Dios, de la cual brota también la indiferencia ante el prójimo y ante lo creado. Esto es uno de los graves efectos de un falso humanismo y del materialismo práctico, combinados con un pensamiento relativista y nihilista”, ha subrayado.
“La unidad es saber escuchar, aceptar las diferencias”
Francisco ha sido un firme defensor durante su magisterio del ecumenismo, es decir, la unidad de todos los cristianos, independientemente de las diferentes tradiciones. Para el Pontífice argentino, el ecumenismo no es solo un esfuerzo teórico o doctrinal, sino una tarea profundamente espiritual y pastoral, que busca superar las divisiones históricas para alcanzar la unidad en Cristo.
“La unidad es saber escuchar, aceptar las diferencias, tener la libertad de pensar diversamente y manifestarlo con todo respeto hacia el otro, que es mi hermano. No tengan miedo de las diferencias”, expresó a los miembros de la Fraternidad Católica en octubre de 2014.
"La tecnología debe servir para edificar la paz, no para sembrar el miedo”
El Papa Francisco ha reflexionado sobre los avances tecnológicos en varias ocasiones, especialmente en los últimos años con el auge de la Inteligencia Artificial, expresando tanto su admiración por los logros humanos como su preocupación por sus efectos en la sociedad y el medio ambiente.
Para el Sucesor de Pedro, los avances tecnológicos deben estar siempre al servicio de la dignidad humana, el bien común y el cuidado de la creación, y no deben promover una cultura de la indiferencia o un aumento de la desigualdad.
"Es nuestra responsabilidad asegurar que la tecnología y la inteligencia artificial se utilicen para construir una sociedad más fraterna, más humana, donde los más débiles no queden atrás.", reclamó el 9 de junio de 2018, durante una audiencia sobre el futuro de la tecnología y su relación con el desarrollo humano.
“Prefiero una Iglesia manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro”
Es uno de los mensajes más emblemáticos del Papa Francisco, que subraya su visión de una Iglesia activa, comprometida con las realidades del mundo, especialmente con los más pobres y marginados, en lugar de una Iglesia cerrada o que se aísla en sus propios intereses.
Y es que para Bergoglio, una Iglesia saludable no es aquella que se refugia en su confort, sino la que se involucra y compromete con las realidades del mundo, particularmente con los más vulnerables, los pobres, los marginados y aquellos que viven en situaciones de desesperanza.
“Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades. No quiero una Iglesia preocupada por ser el centro y que termine clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos”, sostuvo el en la exhortación apostólica 'Evanglii Gaudium'
“¡Hagan lío!”
El Papa ha dirigido varios mensajes potentes y llenos de esperanza a los jóvenes a lo largo de su Pontificado. Su visión para ellos está centrada en la alegría, el compromiso social, la solidaridad, el servicio a los demás, y la importancia de tener una fe viva que se refleje en acciones concretas. Francisco ha querido que los jóvenes no solo vivan su fe en su interior, sino que también sean agentes activos en la transformación del mundo.
De ahí que les haya pedido no tener miedo de “ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales, también a quien parece más lejano, más indiferente”.
“¡Quiero que la Iglesia salga a la calle! ¡Quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos. Las parroquias, los colegios, las instituciones, ¡son para salir! Si no salen, se convierten en una ONG, y la Iglesia no puede ser una ONG”, les arengó Francisco a los jóvenes durante la JMJ de Río de Janeiro en 2013.