Las condiciones del Papa se mantienen "estables": trabajó por la mañana y por la tarde alternó "descanso y oración"

La salud del Papa Francisco se mantiene estable y continua sin presentar ningún episodio de insuficiencia respiratoria, según el último parte médico actualizado en la tarde de este jueves. 

“El Santo Padre continuó su fisioterapia respiratoria y motora. Sus parámetros hemodinámicos y los análisis de sangre se mantuvieron estables. No ha presentado fiebre”, se puede leer en el comunicado difundido por la Santa Sede.

En cualquier caso, los médicos siguen manteniendo un pronóstico reservado, pero informan que, dado su cuadro clínico estable, “el próximo boletín médico se publicará el sábado”. Francisco ha transcurrido el día alternando el descanso, la oración y el trabajo.

El Papa cumple este viernes su tercera semana de ingreso en el gemelli

A lo largo de la mañana fuentes vaticanas precisaban que el Pontífice continuaba con la fisioterapia motora y su tratamiento con terapia de oxígeno a altos flujos, después de que se le retirase la ventilación mecánica no invasiva utilizada durante la noche.

A primera hora, la Santa Sede había informado de que Francisco había pasado una noche "tranquila" y estaba descansado al cumplir su tercera semana ingresado en el hospital Gemelli de Roma por sus problemas respiratorios.

Jorge Mario Bergoglio, de 88 años, se encuentra ingresado desde el pasado 14 de febrero a causa de una neumonía bilateral y otros graves problemas respiratorios que mantienen en vilo al mundo.

Desde el pasado viernes las crisis respiratorias no han vuelto a repetirse y el obispo de Roma pasó el miércoles sentado en el sillón y durante la mañana, en el apartamento privado que los pontífices tienen en la décima planta del Gemelli, ha participado en el rito del Miércoles de Ceniza.

Después se dedicó a algunas tareas laborales, algo que había interrumpido con las últimas crisis de los días anteriores, e incluso ha vuelto a telefonear al párroco de la Franja de Gaza, Gabriel Romanelli, para interesarse como siempre de su situación.