Se confirma suspensión cautelar del ministerio del Papa Francisco a George Pell, cardenal condenado por abusos

El papa Francisco ha confirmado la prohibición, de manera cautelar, del ejercicio publico del ministerio sacerdotal y el contacto, en cualquier modo y forma, con menores de edad al cardenal George Pell condenado por abuso sexual de menores, informó hoy el Vaticano.

"Para garantizar el curso de la Justicia, el papa ha confirmado las medidas cautelares ya dispuestas al cardenal Pell desde que regresó a Australia, o sea que en espera de que se confirmen definitivamente los hechos a Pell se le prohíbe de manera cautelar el ejercicio publico del ministerio sacerdotal y como de norma el contacto en cualquier modo y forma con menores de edad", leyó el portavoz del Vaticano, Alessandro Gisotti.

Condenado por agresión sexual a menores

El cardenal George Pell, Prefecto de la Secretaría Económica Vaticana desde 2014, ha sido condenado por agresión sexual a dos niños menores de 12 y 13 años. El purpurado de 77 años habría cometido los hechos en los años 90, cuando era obispo auxiliar de Melbourne, antes de convertirse en arzobispo de la ciudad en 1996.

Pell lleva 16 años como cardenal y acumulaba seis como miembro del Consejo de Cardenalesen Roma, el cuerpo que asiste al Papa en la reforma de la Curia Romana. Abandonó este organismo en diciembre del año pasado. 

Un caso abierto desde 2014

La Comisión Real Australiana que investiga el abuso sexual le llamó por primera vez a testificar en 2014. Entre diciembre de 2015 y febrero de 2016, se le acusó de proteger a otros sacerdotes de los abusos cometidos contra niños en los años 70.  El purpurado respondió a las acusaciones de la comisión en febrero de 2016. Lo hizo por videonferencia desde Roma. Pell negó entonces estar al tanto de los acontecimientos en la diócesis de Ballarat.

El mes de octubre del mismo año,  tuvo que contestar de nuevo por cargos de pedofilia en su antigua diócesis, en Melbopurne. La acusación formal de violencia sexual contra un menor contra su persona llegó a finales de junio de 2017. La policía de Ballarat sólo proporcionó información parcial y habló de varias quejas sin dar más detalles, explica Vatican News.

El cardenal abandonó la Secretaría de Economía de El Vaticano para poder preparar su defensa en la comparecencia ante el tribunal del 26 de julio. El propio Pell ha recordado que considera el abuso sexual como "crímenes horribles" y alegó también que los cargos en su contra son infundados.

El compromiso del Cardenal contra los abusos

George Pell ha trabajado y condenado en varias ocasiones los abusos sexuales. Lo ha llegado a describir como "inmoral e intolerable". Otra de sus actuaciones contra este problema fue su apoyo al Papa Francisco en la la creación de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores en Roma. En su territorio, en Australia, cuando era obispo, había establecido procedimientos para la protección de menores y para la asistencia a las víctimas.

El veredicto unánime de los 12 miembros del jurado del Tribunal del Condado del Estado australiano de Victoria se emitió el 11 de diciembre, pero no se ha hecho público hasta el día de hoy. Está previsto que la audiencia de condena se celebre mañana. El cardenal sigue declarándose inocente y su abogado planea apelar, afirma Vatican News.

Solidaridad de la Conferencia Episcopal Australiana

El Presidente de la Conferencia Episcopal Australiana, Mons. Mark Coleridge, ha anunciado que la noticia de la condena del Card. Pell por el abuso sexual de niños ha conmocionado a Australia, al mundo y a los propios obispos católicos australianos.

Los prelados afirman que todos deben ser iguales ante la ley y expresan su respeto por el sistema legal australiano. Del mismo modo, aseguran que están convencidos de que el mismo sistema legal que pronunció el veredicto tendrá en cuenta la apelación que los abogados del cardenal han presentado.

Los obispos australianos han recordado también su esperanza en que se haga justicia y su oración por las víctimas y sus familias. Asimismo, han reiterado su compromiso a hacer todo lo posible para que la Iglesia sea un lugar seguro para todos, especialmente para los jóvenes y los más vulnerables.