Diálogo interreligioso a cincuenta años de Nostra aetate

Con ocasión del 50º aniversario de la declaración conciliar Nostra aetate, el Consejo Pontificio para el diálogo interreligioso realiza un Congreso internacional en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma.

El padre Miguel Ángel Ayuso, secretario del Consejo Pontificio para el diálogo interreligioso explica a Radio Vaticano la importancia de Nostra aetate y de la celebración de este aniversario.

"Nostra aetate, nuestro tiempo, ha sido una pequeña declaración fruto del Concilio Vaticano II dedicada al diálogo con las diferentes tradiciones religiosas y que tiene una gran importancia porque como sabemos el Concilio Vaticano II intentaba ayudar a la Iglesia para entrar en dialogo con el mundo contemporáneo. Por lo tanto, la Iglesia, usando las palabras de Pablo VI, quiere entrar en diálogo, en coloquio con el mundo, un diálogo con el mundo que a través de la declaración Nostra aetate se tradujo en un diálogo con los miembros que pertenecen, entonces se hablaba de las religiones no cristianas, hoy hablamos con las diferentes tradiciones religiosas que existen en el mundo".

"Es una declaración muy pequeña pero que es muy interesante porque viendo la realidad del mundo hoy y después de 50 años de historia vemos como la declaración Nostra aetate haya adquirido una importancia esencial para poner a la Iglesia en el mundo contemporáneo en el cual vivimos. Es un gran desafío el diálogo interreligioso, sabemos perfectamente cuales sean las dificultades, las resistencias, y los problemas que existen pero la solución siempre es y será el diálogo".

"Todos estos esfuerzos que estamos realizando a nivel de Iglesia universal de invitar a un diálogo, como dice el Papa Francisco, basado en el respeto y en la fraternidad, en la amistad entre los pueblos, entre los diferentes grupos religiosos es siempre un gran desafío y una gran apuesta para construir un mundo más justo y un mundo que esté basado en la paz".

La importancia de este Congreso es celebrar los 50 años. "Son las bodas de oro de un documento que, junto con Nostra aetate, también la declaración Dignitatis humanae que va conjuntamente con el respeto mostrado por la Iglesia hacia las diferentes tradiciones religiosas porque nuestro empeño, y esta es la importancia de estos cincuenta años, no es un empeño que nos ponga frente a frente entre diversas religiones a discutir sobre cuestiones teológicas sino el de ponernos uno junto al otro para caminar juntos en nuestra realidad humana mirando hacia el futuro, tratando de promover esta dignidad humana de respeto a cada ser humano".

"Por lo tanto, el celebrar los cincuenta años la importancia que tiene es que viendo la realidad de violencia y de terror utilizar los caminos del diálogo para curar, sanar y reconciliar un mundo que necesita justicia y paz".

De la declaración Nostra aetate resalta "la importancia de la escucha, la importancia de trabajar juntos por la justicia, la de la fraternidad, la fraternidad humana que a partir de nuestras diferentes tradiciones religiosas tiene que converger y ponerse juntas para construir un mundo mejor".

(Mercedes De La Torre ? Radio Vaticano)