Una encíclica para "un mundo que parece haber perdido el corazón": lo que sabemos del nuevo documento del Papa

Este jueves se publica la cuarta encíclica del Pontificado de Francisco, 'Dilexit nos', dedicada al amor humano y divino Corazón de Jesús en un mundo marcado por las guerras y las desigualdades

Papa Francisco

EFE

Redacción Religión

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Una encíclica dirigida a “un mundo que parecer haber perdido el corazón”. Así es 'Dilexit nos', el documento del Papa Francisco sobre el amor humano y divino Corazón de Jesús que se hará público este jueves, 24 de octubre.

 

Jorge Mario Bergoglio ya había anunciado en una audiencia general del pasado mes de junio la publicación de esta encíclica, la cuarta de su Pontificado y que recogerá reflexiones de textos magisteriales anteriores. La publicación se realiza en el año en el que se está conmemorando el 350 aniversario de la primera manifestación del Sagrado Corazón de Jesús en 1673.

El momento elegido no puede ser más propicio, donde el protagonista será el amor humano en un contexto mundial marcado por las guerras, las desigualdades sociales, la sociedad del consumo y el peligro que implica que las nuevas tecnologías distorsionen la esencia del hombre.

¿Qué se sabe de la encíclica 'Dilexit nos'?

'Carta encíclica sobre el amor humano y divino del Corazón de Jesucristo' es el subtítulo de la encíclica papal, que está íntegramente dedicada al culto del Sagrado Corazón de Jesús. 

Fue el propio Papa Francisco quien anunció su publicación durante la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro el 5 de junio (mes tradicionalmente dedicado al Sagrado Corazón de Jesús), compartiendo el deseo de que el texto pudiera hacer meditar sobre aspectos "del amor del Señor que iluminen el camino de la renovación eclesial; pero también que digan algo significativo a un mundo que parece haber perdido el corazón".

El obispo de Roma también explicó que el documento recogerá "las preciosas reflexiones de textos magistrales anteriores y de una larga historia que se remonta a las Sagradas Escrituras, para proponer nuevamente hoy, a toda la Iglesia, este culto lleno de belleza espiritual".

LAS APARICIONES EN 1673

La encíclica se publica cuando se celebran los 350 años de la primera manifestación del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María Alacoque, en 1673, del 27 de diciembre de 2023 al 27 de junio de 2025. 

Hace tres siglos y medio, el 27 de diciembre, Jesús se apareció a una joven religiosa francesa de 26 años para confiarle la misión decisiva de difundir en todo el mundo el amor de Jesús por los hombres, especialmente por los pecadores.

Las apariciones en el convento de Paray-le-Monial, en Borgoña, continuaron durante 17 años con el Corazón de Jesús manifestándose sobre un trono de llamas rodeado por una corona de espinas, símbolo de las heridas infligidas por los pecados de los hombres.

Cristo pidió a sor Margherita que el viernes después del 'Corpus Domini', es decir ocho días después, se dedicara a la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. No fue una misión fácil para la religiosa que también encontró incomprensiones entre sus hermanas y superiores y fue considerada una visionaria. Nunca desanimada, dedicó toda su vida a que el mundo pudiera conocer el amor de Cristo.

La devoción de Francisco por el Sagrado Corazón

El Papa Francisco siempre ha mostrado una profunda conexión con el Sagrado Corazón, correlacionándolo con la misión misma de los sacerdotes. En 2016 la clausura del Jubileo de los Sacerdotes tuvo lugar precisamente en la Solemnidad del Corazón de Jesús y en la homilía de la Misa el Pontífice pidió a los sacerdotes del mundo que vinieron a Roma que dirigieran sus corazones, como el Buen Pastor, hacia la oveja descarriada, hacia aquellas que está más alejada, trasladando el epicentro del corazón fuera de uno mismo.

 

También en el contexto del Jubileo, en la primera de las Meditaciones sobre la misericordia, el Papa recomendó a obispos y sacerdotes releer el 'Haurietis acquas', porque "el corazón de Cristo es el centro de la misericordia. Esto es propio de la misericordia, que se ensucia las manos, toca, se implica, quiere implicarse con el otro... se compromete con la persona, con su herida”.