El español que dio origen a la vestimenta blanca del Papa: los ornamentos que recuperó Benedicto XVI

Aunque sea de manera remota, el atuendo blanco papal tiene su origen en la localidad soriana de Osma, y más concretamente en Santo Domingo de Guzmán, fundador de los Dominicos

El español que dio origen a la vestimenta blanca del Papa: los ornamentos que recuperó Benedicto XVI

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El blanco es el color característicos de la vestimenta de un papa. Según cuenta la leyenda, se debe a San Fabián, elegido Pontífice a mediados del siglo III tras posarse sobre su hombro una paloma blanca, aunque la realidad es distinta.

El uso del alba blanca (especie de sotana sobre la que se ponen el resto de vestiduras) es también conocido desde antiguo. En un primer momento, tras la autorización del emperador Constantino para practicar el cristianismo, los pontífices llevaban una clámide de color púrpura, el color utilizado por los emperadores romanos. Pero diversos papas mostraron reticencias a su uso.

ctv-kgr-santo-domingo-de-guzman

El santo español, Domingo de Guzmán, causante indirecto de que los papas vistiesen de blanco

Aunque sea de manera remota, el atuendo blanco papal tiene su origen en la localidad soriana de Osma. En la Edad Media, los canónigos de la Catedral de Osma se distinguían por la sotana blanca con una capa y una capucha negra. Entre ellos se encontraba Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Predicadores (más conocido como los dominicos) en 1215 y uno de los personajes más brillantes que ha conocido la Catedral de Osma.

Santo Domingo de Guzmán dudaba sobre cómo debían vestir los miembros de la orden que había fundado, por lo que decidió finalmente que simularan su atuendo: una sotana blanca y una capa negra.

Tres siglos y medio más tarde, en 1556, el fraile dominico Michele Ghislieri es elegido Sucesor de Pedro con el nombre de Pío V. Como dominico, empleaba el atuendo que había impuesto el fundador de la orden, Santo Domingo de Guzmán. Por ello, cuando los cardenales que le eligieron Pontífice le mostraron la túnica roja propio del Sucesor de Pedro, Ghislieri rechazó la propuesta por su condición dominica, por lo que optó por continuar haciendo uso del color blanco que distinguía a su orden y finalmente se impuso esta tradición hasta nuestros días.

Pureza y santidad de vida

Por lo menos esto dice una tradición. En realidad, San Pío V se limitó a continuar usando el hábito blanco de su orden bajo la túnica papal, como un signo no solo de afecto por la familia en la que había madurado su vocación religiosa, sino también como un signo de humildad: a pesar de la autoridad con la cual las túnicas papales lo cubrían, él todavía era un humilde fraile.

El blanco además parece ser el color más adecuado para la figura de un papa, ya que hace referencia a la pureza y la santidad de vida. El color del manto que en ocasiones suele lucir el Pontífice es rojo, que simboliza la sangre derramada de Cristo por el perdón de los pecados y a los apóstoles. Por ello lo utilizan sus sucesores directos, tanto el Papa (sucesor de San Pedro) como los obispos (descendientes de los apóstoles). De hecho, los Papas son enterrados con una vestimenta roja para evidenciar la sucesión apostólica de la sede romana y en referencia a la muerte de Cristo.

Durante el Pontificado de Benedicto XVI, el cardenal alemán recuperó antiguas vestimentas que habían caído en desuso. Entre ellos destaca los zapatos rojos que con frecuencia lucía Ratzinger en sus apariciones públicas, que eran empleadas desde Pablo VI. En el año 2005, poco después de su elección, Benedicto XVI también hizo uso del camauro, el sombrero papal empleado generalmente durante el invierno, y que no se había vuelto usar desde la época de Juan XXIII.

Pope Benedict XVI Visits Venice - Day 1

El cardenal Ratzinger también se caracterizó por recuperar la muceta, una prenda corta que llega hasta los codos y con botones en la parte delantera. Mientras que sus antecesores habían optado únicamente por la roja, utilizada en verano, Benedicto XVI restableció el uso de las otras dos variantes: la de invierno y la Pascual las cuales no se habían utilizado desde tiemposde Pablo VI. La muceta papal de invierno está confeccionada con terciopelo rojo y adornada con armiño blanco, mientras que la muceta papal de verano es de seda roja. Por su parte, la muceta la blanca, reservada para la Pascua está elaborada en seda de damasco blanca, y bordeada con piel de armiño.