12 de febrero de 1931: el día en el que un Papa habló por primera vez en la radio
Radio Vaticana, la emisora diseñada y construida por Guillermo Marconi por encargo del Papa Pío XI, cumple 90 años
Roma - Publicado el - Actualizado
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Aquel 12 de febrero de 1931 había una gran agitación en el Vaticano. Por fin se iba a inaugurar la estación de radio, una auténtica joya tecnológica de “última generación” diseñada por el propio inventor de la radio, Guillermo Marconi.
Eran las cuatro y media de la tarde y muchas personas se habían reunido en las casas de quien disponía de un aparato de radio, tanto en la calle, como en hogares de familiares y amigos. En algunas tiendas se colocaron los aparatos a la puerta para que la emisión pudiera ser escuchada por los transeúntes.
Previamente, por indicación de Pío IX se había construido un edificio en la colina detrás de la Basílica de San Pedro, en medio de los jardines. El Papa era consciente de la importancia de la radio para difundir el Evangelio por el mundo y pidió a Marconi que construyera una emisora de vanguardia para la recién nacida Ciudad del Vaticano tras los Pactos de Letrán.
La joya de la corona de esta construcción, la Statio Radiophonica Vaticana era el gran micrófono hexagonal sostenido por cuatro resortes dentro de un círculo de metal, que todavía se conserva. Es uno de los tesoros del museo de la radio del Vaticano.
Guillermo Marconi toma la palabra en la primera emisión
En aquel momento Guillermo Marconi tenía 56 años y fue el primero que tomó la palabra para explicar la trascendencia del momento histórico que iba a tener lugar en esos momentos:
"Tengo el altísimo honor de anunciar que dentro de pocos instantes el Sumo Pontífice Pío XI inaugurará la Estación de Radio del Estado de la Ciudad del Vaticano. Las ondas eléctricas transportarán a todo el mundo a través del espacio su palabra de paz y bendición. Con la ayuda de Dios, que tantas misteriosas fuerzas de la naturaleza pone a disposición de la humanidad, he podido preparar este instrumento que dará a los fieles de todo el mundo la consolación de oír la voz del Santo Padre. La obra que Vuestra Santidad se dignó confiarme, hoy os la presento: dignaos Santo Padre de hacer sentir vuestra Augusta palabra al mundo".
Con la voz quebrada por la emoción explicaba que después de veinte siglos de magisterio pontificio, por primera vez se podría escuchar la voz del Papa. El propio Pío XI, estaba entusiasmado con esta circunstancia y pensó con mucho cuidado cuáles serían sus primeras palabras, probablemente sin ser consciente de su trascendencia histórica.
Un Papa ante el micrófono
Exactamente a las 16:49 horas, el Papa pronunció en latín estas palabras:
“Siendo, por arcano diseño de Dios, Sucesores del Príncipe de los Apóstoles, de aquellos cuya doctrina y predicación por divino mandato está destinada a toda la gente y a toda criatura, y pudiendo en primer lugar valernos desde este lugar de la admirable invención de Marconi, nos dirigimos primeramente a todas las cosas y a todos los hombres, diciéndoles, aquí y en adelante, con las mismas palabras de la Sagrada Escritura: ‘Escucha, cielo, y hablaré, oiga la tierra las palabras de mi boca’”.
Dirigiéndose luego a los afligidos y perseguidos, el Papa Pío XI expresó su deseo de que “nuestra palabra llegue a cuando están enfermos, en el dolor, en las tribulaciones y en las adversidades, especialmente a ustedes que sufren tales cosas por parte de los enemigos de Dios y de la sociedad humana”.
“Mientras ofrecemos por ustedes nuestras oraciones y en cuanto podamos nuestra ayuda, mientras los encomendamos a la caridad de todos, les decimos de parte de Cristo de quien hacemos las veces: ‘Vengan a mí todos los que estáis cansados y atribulados, y yo los aliviaré’”.
Acababa de nacer Radio Vaticana. Al término de esta emisión, Marconi fue nombrado solemnemente miembro de la Academia de las Ciencias Sociales del Vaticano a petición del director de la estación pontificia, el Padre Giuseppe Gianfranceschi, jesuita y físico de renombre internacional.
La prensa internacional dedicó mucho espacio a esta noticia. Según recoge Vatican News, los cronistas del momento publicaron reportajes de todo tipo. Desde el concurso organizado por el periódico inglés "The Universe" con un premio de 5 libras para los que enviaron el mejor pensamiento sobre "Cómo escuché la voz del Papa"; el apunte del "Times" al señalar que el discurso de Pío XI fue "un poco más rápido de lo que los labios acostumbrados a las emisiones de radio pueden hablar" o las palabras del presidente de la American National Broadcasting Society, que informa desde Nueva York a Marconi de que la emisión se captó perfectamente en lugares como Nassau, en las Indias Occidentales. Pero quizás la noticia más curiosa sea precisamente la del periódico. L'Osservatore. Cuenta que en Praga un médico sordo fue capaz de escuchar la voz de Pío XI en la radio gracias a un dispositivo de su propia invención.
El noventa aniversario y el comienzo de la Radio Web
En la actualidad la emisora, que ha sufrido una profunda transformación desde que se instituyó el Dicasterio para la Comunicación en el Vaticano habla en 41 idiomas (albanés, amárico, árabe, armenio, bielorruso, brasileño, búlgaro, checo, chino, croata, ewondo, esperanto, francés, hindi, inglés, italiano, kikongo, kinyarwanda, kirundi, Kiswahili, latín, letón, lingala, lituano, malayalam, malgache, polaco, portugués, rumano, ruso, eslovaco, esloveno, somalí, español, tamil, alemán, tigrinya, tshiluba, ucraniano, húngaro y vietnamita).
Sus trabajadores, técnicos y redactores provienen de 69 países diferentes, y a partir de esta semana, a través de la página web cualquier persona del mundo podrá escuchar desde su smartphone u ordenador, Radio Vaticano en su propio idioma.
El 12 de febrero de 2021 comienza una nueva etapa. En esta dirección https://www.vaticannews.va/es/epg.html se podrá acceder a toda la información. El estreno será en italiano, francés, inglés, español, portugués, alemán y armenio. A lo largo de este año se crearán casi 30 horarios de programación en directo correspondientes a otros idiomas.
Su proyecto es cumplir el deseo del Papa Francisco: llegar a las periferias del mundo.