La labor de la Limosnería Apostólica con los niños afganos en Roma: test anti-covid para ir al colegio
Durante los meses de verano, el card. Konrad Krajewski no se ha cogido vacaciones y ha organizado algún que otro "pequeño gesto evangélico" para ayudar a los más necesitados
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Este martes, 7 de septiembre, en un barrio periférico de Roma, “Tor Bella Monaca”, el Limosnero Apostólico, el card. Konrad Krajewski, acompañado por el doctor Massimo Ralli y Leonardo Russo, se han presentado en la nueva casa que la Limosnería vaticana gestiona y fueron recibidos por las Hermanas Misioneras de la Caridad.
El objetivo no era otro que realizar test anti-covid a todos los niños afganos que han llegado hace algunas semanas a Italia, incluidas las religiosas, así como pruebas de diagnóstico para que el grupo pueda poner fin a su cuarentena e iniciar las actividades escolares y la vida en Italia.
Niños abandonados por sus familias por ser discapacitados
Un total de 14 niños (11 niñas y tres niños) llegaron hace dos semanas a Roma, acompañados por cuatro monjas de la Congregación de la Madre Teresa de Calcuta que los asistían en Kabul. Todos con edades comprendidas entre los 6 y los 22 años, abandonados por sus familias por ser discapacitados. Instalaron el pequeño laboratorio en una sala dentro de la casa detrás de la capilla donde las religiosas suelen reunirse para rezar.
A los test y a la asistencia médica cualificada le seguirán los trámites para la expedición de los documentos necesarios. El bienestar y la serenidad de los niños es lo primero y esta atención del Papa Francisco les ha reconfortado. También les llegarán en los próximos días artículos de primera necesidad para seguir ayudando a la misión.
15.000 helados a los presos
Durante los meses de verano, el card. Krajewski no se ha cogido vacaciones y ha organizado algún que otro “pequeño gesto evangélico para ayudar y dar esperanza a miles de personas que están en las cárceles de Roma”. Un ejemplo de ello ha sido la visita que ha hecho él mismo a las prisiones de Regina Coeli y Rebibbia, donde entregó 15 mil helados a los presos.
Además este verano decidió retomar las excursiones a la playa en las que el card. Krajewski acompaña a varios grupos de personas sin hogar de la capital a una zona costera cerca de la capital italiana.
Medicamentos, respiradores pulmonares y suministros médicos...
La visita del cardenal Krajewski a las prisiones de Roma es la última de una serie de actividades promovidas durante los meses de verano. Los pobres de otras partes del mundo también pudieron beneficiarse de la ayuda del Vaticano: medicamentos, respiradores pulmonares y suministros médicos, sobre todo.
Además en el mes de agosto se compró un tomógrafo para Madagascar, por valor de unos 600 mil dólares, y se completó la preparación de clínicas médicas, renovadas o construidas desde cero, por casi 2 millones de euros, en los países africanos más pobres.