Las claves de la investigación de las tumbas por el caso Orlandi
Entrevista con el antropólogo forense que va a analizar los huesos de las tumbas por la investigación de Emanuela Orlandi
Publicado el - Actualizado
6 min lectura
Dos tumbas del Cementerio Teutónico dentro de las murallas del Vaticano se han abierto este jueves 11 de julio para verificar si estas tumbas contienen los restos de Emanuela Orlandi. Orlandi es la hija de un empleado del Vaticano que desapareció hace 36 años y que todavía no se ha esclarecido qué fue de ella.
Este caso ha mantenido a Italia en alerta desde la desaparición de la niña de 15 años el 22 de junio de 1983. El archivo de Orlandi se cita regularmente y se relaciona con otros casos: el ataque a Juan Pablo II en 1981, a la organización criminal romana llamada "la banda de la Magliana", los archivos relacionados con el banco del Vaticano o un caso oscuro de abuso sexual. Pero todas estas hipótesis nunca han sido corroboradas con ninguna prueba.
Ya faltan pocas horas para el inicio de las operaciones para verificar -según las disposiciones del Promotor de Justicia del Estado de la Ciudad del Vaticano- si los restos de Emanuela Orlandi se encuentran allí. Serán abiertas la llamada "Tumba del Ángel", en la que está enterrada la princesa Sofía von Hohenlohe, fallecida en el 1836 y aquella adyacente en la que está enterrada la princesa Carlotta Federica de Mecklenburgo, fallecida en el 1840. El apoyo a la autoridad judicial estará garantizado por personal cualificado del Centro Operativo de Seguridad de la Gendarmería Vaticana.
Giovanni Arcudi, uno de los mayores expertos en antropología forense y profesor de medicina legal en la Universidad de Tor Vergata, se encargará del análisis de los restos y del relevamiento de muestras para el posterior examen de ADN, en presencia del perito y abogado de la familia Orlandi. Lo entrevistamos.
Profesor, ¿puede explicarnos qué pasará cuando iniciarán las operaciones en el Cementerio Teutónico?
Estamos empeñados en la apertura de dos tumbas en las que presumimos encontrar restos ya en estado esquelético. Si es así, como podemos suponer, aplicaré los protocolos internacionales que se utilizan para la identificación de los restos óseos para su clasificación y datación y para todos los demás diagnósticos que se pueden hacer en antropología forense, para establecer la edad, el sexo, la estatura, etc.
¿Así que en esta primera fase no se utilizará instrumentación especial?
En esta fase estamos hablando de una investigación de antropología forense, que precisamente tiene como objetivo llegar al diagnóstico a través del examen morfológico de los huesos. Tomamos hueso por hueso y vemos cuáles son sus características y en base a esto definimos todos los diagnósticos que acabo de mencionar. Hemos preparado, como se hace en estos casos, un orden protocolar, que podrá sufrir cambios en función de lo que encontremos después de la apertura de las tumbas, si nos enfrentáramos a hallazgos diferentes de los que esperamos.
Supongamos que debajo de las tumbas están los dos cuerpos de las personas que se supone han sido enterradas allí. ¿Qué va a pasar?
Comenzaremos - por separado - a investigar los dos esqueletos, comenzando por la extracción, limpieza, colocación sobre una mesa anatómica de las estructuras óseas y haciendo para cada una de estas estructuras óseas todas aquellas observaciones que se realizan en antropología forense, es decir, aspectos morfológicos.
¿Existe un pronóstico con respecto a los tiempos? ¿Cuánto durará la operación?
No puedo predecir ahora cuál será el tiempo de ejecución porque depende, precisamente, del estado, calidad y cantidad de los restos que encontremos. De la posibilidad de decir inmediatamente si se trata de un esqueleto entero o no, y así sucesivamente. Todas estas son dificultades que no son predecibles exactamente en este momento en referencia a los tiempos de ejecución. Los tiempos de implementación estándar pueden ser de tres, cuatro, cinco horas, tratándose de dos tumbas. Sin embargo, estos tiempos pueden sufrir -y por mi experiencia digo que a veces - a menudo- sufren ampliaciones debido precisamente a lo que se plantea según los casos, quizás inesperado: algunas dificultades para identificar la morfología, dificultades relacionadas, por ejemplo, con el desgaste de los huesos.
Recordemos que estamos hablando de huesos -es una hipótesis, obviamente- de más de 150 años. Es evidente que, dependiendo del estado en el que se hayan conservado, pueden haber sufrido un deterioro igual a cero o significativo. Mucho depende de las condiciones ambientales, del microclima en el que se encuentran, de la humedad, de la presencia de infiltraciones, de las posibles acciones de la micro fauna. El estado de conservación de los huesos es lo que determinará el tiempo necesario. Obviamente, no es previsible antes de abrir las tumbas.
¿Por eso, ya desde el primer examen morfológico, se podría tener una idea de datación?
Sí, a partir de este primer análisis de los huesos ciertamente podemos proponer una fecha, ciertamente aproximada, pero para los períodos que necesitamos -de 50, 100, 200 años- podemos hacerlo. Podemos distinguir si es un hueso de 10 años o si lleva allí 50 o 150 años. Ya podemos diagnosticar el sexo, si las estructuras óseas resultarán todas bien conservadas. Después de este primer examen, también podríamos excluir la hipótesis de que los restos óseos pertenezcan a personas diferentes a las dos que fueron enterradas allí.
¿Qué sucederá, en cambio, si se encontraran otros restos humanos?
Es obvio que si, por ejemplo, se encontraran huesos pertenecientes a diferentes individuos en la misma tumba, el tiempo de la operación se alargaría. Podría ser útil la identificación odontológica, el estado de los dientes, a partir del cual se puede rastrear hasta la edad, así como, hago una hipótesis, si el trabajo de un dentista se remonta al siglo XIX o, por el contrario, es más reciente.
Profesor, para excluir con certeza inequívoca que los restos contenidos en las tumbas pertenecen a Emanuela Orlandi, ¿tendremos que esperar la prueba de ADN?
Aparte del examen morfológico de los huesos, el examen de ADN se realizará en todo caso para llegar a certezas y excluir de forma definitiva y categórica que en las dos tumbas haya algún resto atribuible a la pobre Emanuela.
¿Cuáles son los tiempos previstos para el resultado de la prueba?
El examen del ADN no es de mi competencia, yo me encargaré de relevar las muestras. El tiempo de extracción del ADN varía mucho - en cualquier laboratorio del mundo - dependiendo del estado de conservación de los restos óseos. Pueden variar, pueden ser necesarios 20 días, 30 días, e incluso pueden ser 60 días porque a veces hay que repetir la prueba. Teniendo en cuenta que para la identificación necesitamos la extracción de ADN "nuclear", que sufre degeneraciones, variaciones importantes como consecuencia de los fenómenos atmosféricos. El ADN mitocondrial podemos extraerlo más fácilmente, pero eso no nos permite hacer análisis comparativos o hacer el perfil genético.
¿Usted trabajará solo?
No, estaré allí con mi equipo, porque son investigaciones que deben realizarse con un mínimo de ayuda, para la medición de los huesos, para la descripción de cada resto. Contaré con dos de mis colaboradores. Utilizaremos los protocolos y métodos que se utilizan en todas las investigaciones de antropología forense, independientemente de la importancia y de la connotación del caso. Esto es lo que se hace y que hacemos siempre, para lograr resultados que satisfagan todas las exigencias de la investigación judicial.