Las diferencias entre una catedral y una basílica y cuáles son los requisitos para serlo

Son templos con características muy distintas y muy bien marcadas por las normas eclesiásticas. El título de basílica debe otorgarlo siempre el Papa

Basílica de San Juan de Dios en Granada

Redacción Religión

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Para entender la diferencia entre ambos templos tenemos que remontarnos a su origen. La declaración de basílica es un título que le corresponde otorgar al Papa y que lo realiza teniendo en cuenta la importancia espiritual e histórica del lugar. Sus funciones son la evangelización y ser el centro espiritual de una comunidad cristiana. Además también sirven para extender la devoción a la Virgen, a Jesús o algún santo a la que suele estar dedicada. Hay que tener en cuenta que contamos con basílicas mayores y con basílicas menores. Las mayores son solo cuatro y todas ellas se ubican en Roma. Hablamos de la la Basílica de San Pedro, la Basílica de Santa María la Mayor, la Basílica de San Pablo de Extramuros y la Basílica de San Juan de Letrán.

Estas cuatro se diferencian de todas las demás porque en su altar mayor solamente puede celebrar misa el Papa o en quien delegue. Además son lugares que cuentan con una Puerta Santa por la que las personas al pasar durante un Año Santo ganan la indulgencia.

Las basílicas menores son aquellas que así han sido nombradas por el Papa o por la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos. Toda basílica además tiene que poseer un tesoro espiritual y sagrado, dando culto ininterrumpido al Señor, a la Virgen y/o al Santo venerado en él. Tradicionalmente las basílicas también tienen elementos que las caracterizan como son el tintinábulo y la umbela. La umbela consiste en una especie de gran paraguas color rojo y amarillo, que son los colores de la Santa Sede y que se utiliza para cubrir a la persona más destacada en una celebración. El tintinábulo tiene una forma similar a una gran cruz procesional con el escudo del lugar y una campanita en la parte superior.

Por su parte, si hablamos de una catedral tenemos que mencionar la etimología de la palabra. Catedral viene de cathedra, el asiento, la sede en la que se sienta el obispo durante las celebraciones litúrgicas. Aquí lo más determinante es que resida de manera estable el obispo y celebre la liturgia con frecuencia. Por tanto, una catedral es el lugar desde el cual el pastor más importante de la feligresía católica de esa región imparte la enseñanza, “da cátedra”, de las verdades referentes al Evangelio, a la fe en Jesucristo y a la Iglesia.

Los requisitos para que una iglesia sea declarada basílica

Una Catedral es el centro de la vida de una diócesis y archidiócesis pero qué requisitos debe tener una iglesia para convertirse en basílica. Vamos a verlos:

- Deben ser lugares que tengan un rico patrimonio y que conserven historia y antigüedad.

- Tenemos que hablar de un lugar en el que se mantenga a lo largo del año un culto solemne siendo ejemplo para los demás por las celebraciones de la Eucaristía, de la penitencia y de oros sacramentos. Además debe contar con una participación activa de la comunidad cristiana.

- Los elementos fundamentales como el altar, la sede del celebrante o el ambón deben estar colocados las exigencias litúrgicas.

- Para ser basílica, es importante que tenga una importancia significativa para la diócesis a la que pertenece, bien por su historia o por la veneración de una imagen célebre o de sepulcros y reliquias de mártires o santos.

- Tiene que contar con un número suficiente de pastores para cada una de las celebraciones y además ellos deben divulgar los documentos que emanen de la Santa Sede y del Papa.

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