Las tres palabras clave del Papa Francisco para la Jornada Mundial de los Pobres
El Papa Francisco ha señalado cuáles van a ser las palabras clave de esta Jornada Mundial de los Pobres, en la que también hay varias iniciativas en marcha
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Las palabras del Papa Francisco siempre causan sensación entre los fieles, e incluso entre quienes no lo son. Ya sea desde el balcón de la Plaza de San Pedro, en las audiencias de cada miércoles, en las homilías en Santa Marta, en el Sínodo de los obispos o en sus viajes, sus discursos y reflexiones interpelan con sencillez a la audiencia de todo el mundo. Las intervenciones del Sumo Pontífice tienen muchas palabras y mensajes. Por eso, en esta ocasión, Francisco quiere que recordemos las tres palabras clave para la Jornada Mundial de los Pobres.
"Evangelización, oración y compartir" son los tres términos que el Obispo de Roma quiere que tengamos presentes de cara al próximo domingo 18 de noviembre. Tres palabras clave para la Jornada Mundial de los Pobres, una celebración que conmemora su segunda edición. Se trata de una iniciativa que tiene por centro a los necesitados y que es querida por Francisco. De hecho, fue uno de los actos con los que se clausuró el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.
Estas tres palabras clave que el Papa pronunció el domingo tienen que hacerse concretas. Ese es el deseo que expresó en el Ángelus, que los cristianos tengan en esta Jornada Mundial de los Pobres un evento que "favorece una creciente atención a las necesidades de los últimos, de los emarginados, de los hambrientos”. También, se acordó del Salmo 22: "Los pobres comerán hasta saciarse". Este mensaje, aplicado a esta Jornada Mundial de los Pobres, pone el centro en el alimento. Con estas tres palabras clave y el reclamo del Salmo, el Romano Pontífice recuerda que la atención a los pobres pasa también por ofrecerles alimento espiritual con la oración y el Evangelio.
Santa Misa y almuerzo con los pobres en el Vaticano
El Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización también ha tomado estas tres palabras clave para la Jornada Mundial de los Pobres y las ha puesto por obra. La atención de la Iglesia a los necesitados se va a vivir en esta jornada con el Papa como ejemplo y testimonio para los cristianos. Francisco va a compartir la mesa con los pobres en el Aula Pablo VI de El Vaticano. Lo va a hacer después de la celebración de la Santa Misa presidida por el Pontífice en la Basílica de San Pedro a las diez de la mañana. En el banquete Eucarístico estará acompañado por alrededor de 6.000 pobres y voluntarios y responsables de entidades, organizaciones y movimientos que se dedican al trabajo con estas personas necesitadas.
Este momento de convivencia del Papa con los pobres se repite también este año. Cuando se abran las puertas del Aula Pablo VI, no serán las únicas. A la vez, se abrirán otras salas en diversas parroquias, universidades, realidades asistenciales, como Cáritas o la Comunidad de Sant'Egidio y asociaciones de voluntarios.
Centro de atención médica instalado en la Plaza de San Pedro
Además, como otra forma de plasmar estas tres palabras clave para la Jornada Mundial de los Pobres, la Plaza de San Pedro de El Vaticano tiene desde el lunes una estampa muy adecuada. El espacio para el público se encuentra lleno de tiendas médicas. Es el fruto de otra experiencia que se repite: los Centro de Salud Solidarios.
Esta iniciativa ofrece cuidados gratuitos a las personas necesitadas que normalmente tendrían dificultad a acceder a ellos. La estructura va a permanecer activa hasta el domingo 18, y contará con un laboratorio de análisis. Las especialidades médicas presentes en el centro serán medicina general, cardiología, enfermedades infecciosas, ginecología y obstetricia, podología, dermatología, reumatología y oftalmología, ofrecidas por diversas instituciones sanitarias de Roma.
"No echemos en saco roto esta oportunidad de gracia"
En su mensaje de este 2018, el Pontífice expresó su deseo de que también este año, y en el futuro, esta Jornada se celebre “bajo el signo de la alegría de redescubrir el valor de estar juntos”. Estas palabras del Papa se traducen en el compartir la oración y el alimento como comunidad para rememorar la vivencia de los primeros cristianos.
“Orar juntos en comunidad y compartir la comida en el domingo - escribió el Papa- . Una experiencia que nos devuelve a la primera comunidad cristiana, que el evangelista Lucas describe en toda su originalidad y sencillez: 'Perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones. [....] Los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en común; vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno' (Hch 2,42.44-45).