En 'Halloween' los santos toman las calles de Roma

La Ciudad Eterna organiza una procesión con imágenes de los santos para celebrar la víspera de la fiesta de "Todos los Santos".

Los santos toman las calles de Roma: una noche de “luz, oración y belleza”

Pablo Valentín-Gamazo

Publicado el - Actualizado

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Es 31 de octubre. El calendario se presenta dividido. En la misma fecha se señala la “fiesta” de los “muertos”, Halloween, y la festividad de “todos los santos”. No son pocos ni los primeros ni los segundos. Esta noche toca revisar para muchos que el disfraz esté a punto y sea lo más “terrorífico” y “original” posible. Después, salir a la calle en pos de los dulces navideños y a dejarse los nudillos tocando a las puertas o llamando a los timbres. Eso los más pequeños. Brujas, muertos, momias, santos en procesión y superhéroes corretearán por las calles de las ciudades del mundo. ¿Santos en procesión?

Sí. Por primera vez van a salir santos en procesión que no, no van pidiendo dulces. En Roma se ha apostado por vivir con devoción esta fiesta de la Iglesia en su víspera, el recuerdo de “todos los santos”. La diócesis de Roma ha organizado para ello un recorrido siguiendo a las imágenes de los santos más característicos de la Ciudad Eterna. Se ha invitado a los fieles a que lleven imágenes de los santos a quienes se encomienden para acompañar la comitiva.

El camino comienza a las 20:00 horas en la iglesia de Santa María Antigua y culminará en Santa Anastasia. Habrá dos paradas: una para rezar las letanías a los santos. La otra, será en la iglesia de San Buenaventura al Palatino. Allí, los participantes tendrán ocasión de celebrar todos los santos al pie de la Cruz con un momento de adoración.

El Padre Davide Carbonaro es el párroco de Santa María in Portico in Campitelli. Es uno de los organizadores de la iniciativa. En la nota de prensa de la Diócesis de Roma ha señalado cuál es el sentido de esta procesión: "iluminar esta noche especial para nosotros los cristianos, de luz, de oración y de belleza”. Se trata de “una noche especial que tiene el sabor de la Pascua de Jesús, en la cual la Iglesia camina y vigila con los testimonios de un lugar, el corazón de Roma, que nos liga al testimonio de martirio de ayer y orante de hoy".