El motivo por el que el Papa Francisco no será enterrado en la basílica de San Pedro como marca la tradición: el lugar exacto y el protocolo que se seguirá

El Papa Francisco expresó en vida su deseo de descansar en otro lugar en vez de en la de San Pedro como es tradición

Papa Francisco

EFE

Papa Francisco

María Álvarez

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La Antigua Basílica de San Pedro es el lugar en el que descansan varios Papas, la mayoría de los que gobernaron entre el siglo V y el XVI. Sin embargo, dos eventos que tuvieron lugar en Roma hicieron que muchas de las sepulturas que yacían allí terminaran desapareciendo. 

En el año 846 algunas de las tumbas desaparecieron durante el Saqueo de Roma y la mayoría de las que se conservaron fueron destruidas entre los siglos XVI y XVII durante la demolición de la antigua basílica vaticana. Las que lograron sobrevivir se transfirieron a la actual basílica, que está situada en el mismo lugar que la anterior. 

A lo largo de la historia, la basílica de San Pedro y las grutas vaticanas se han convertido en el lugar de descanso de muchos papas. De hecho, desde 1914 todos los pontífices han sido enterrados en la cripta de esta iglesia, aunque posteriormente tras su canonización, algunos de ellos fueron trasladados al interior del templo. Se estima que hay cerca de 91 papas enterrados ahí. 

Basílica de San Pedro

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Basílica de San Pedro

Es una de las tradiciones más extendidas, sin embargo, no es una obligación. De hecho, el Santo Padre, recién fallecido, expresó en vida su intención de no ser sepultado en la solemne Basílica de San Pedro de Ciudad del Vaticano como sus predecesores.  

En diciembre de 2023, el Papa dejó clara su intención de ser enterrado en la basílica romana de Santa María La Mayor, a la que acudía con frecuencia. Y en abril de 2024 el pontífice modificó los ritos recogidos en el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, donde se especificaban las celebraciones litúrgicas para su sepelio. 

 BASÍLICA ROMANA DE SANTA MARIA LA MAYOR   

Santa María La Mayor es una de las cuatro basílicas papales de Roma y es un lugar que tenía un significado especial para el Papa Francisco.  

Este templo domina la ciudad de Roma desde hace 16 siglos con una situación privilegiada. La basílica se encuentra en lo alto de la colina del Esquilino y es uno de los templos por excelencia de culto a la Virgen María

El vínculo del Papa Francisco con esta basílica romana tiene su origen incluso antes de que éste se convirtiera en pontífice. Desde antes de asumir el papado, el cabeza de Iglesia mantuvo una profunda conexión con la basílica de Santa María La Mayor. 

Cuando fue elegido en 2013, el Santo Padre acudió a este templo para encomendar su pontificado a la Virgen María y desde ese momento, acostumbraba a visitar el lugar antes o después de cada viaje internacional para poder orar. Durante su pontificado, el Santo Padre la visitó más de 115 veces. 

Su deseo de ser enterrado en este templo lo manifestó en varias ocasiones, pero la primera vez fue durante una entrevista concedida a la periodista mexicana Valentina Alazraki para el canal N+ de Televisa: “Cuando fallezca, no me enterrarán en San Pedro, sino en Santa María la Mayor: El Vaticano es la casa de mi último servicio, no de la eternidad”. 

En algunas entrevistas, el cabeza de Iglesia llegó a admitir que ese templo era “su gran devoción”. El difunto Papa, no solo expresó su deseo de ser enterrado allí, sino también el punto exacto en el que guardaría sepultura. 

Basílica de Santa María la Mayor

Basílica de Santa María la Mayor

 NO ES EL PRIMER PONTÍFICE ENTERRADO FUERA DE SAN PEDRO   

El Papa Francisco no es el único Santo Padre que estará enterrado en un lugar diferente a la Basílica de San Pedro y fuera del Estado Vaticano. Solo un tercio de ellos están enterrados cerca de la tumba de San Pedro porque la mayoría solicitaron ser enterrados en una iglesia romana ligada a su historia personal. 

Hay Pontífices que están enterrados fuera del Vaticano, como son Pío IX (1846-1878) que fue inicialmente sepultado en San Pedro, pero posteriormente fue trasladado a la Basílica de San Lorenzo Extramuros en Roma, León XIII (1878-1903) que descansa en la Basílica de San Juan de Letrán o Clemente XIV (1769-1774) que descansa en la Basílica de los Santos Apóstoles. 

Sin embargo, hay otros como Clemente II (1046-1047) que descansa en la Catedral de Bamberg, en Alemania, Gregorio XI (1370-1378) cuyo corazón fue sepultado en la Catedral de Nôtre-Dame des Doms en Aviñón, Francia o Clemente V (1305-1314) que está enterrado en la Colegiata de Uzeste, en Francia. 

El Papa Francisco eligió ejercer su liderazgo espiritual con humildad, cercanía al pueblo y una profunda devoción mariana. Por eso su decisión de sepultura en la basílica de Santa María La Mayor refleja plenamente ese estilo. En vez de optar por un gran mausoleo o seguir la tradición vaticana, decidió descansar junto a la Virgen que lo acompañó en cada paso de su vida pastoral. 

PROTOCOLO TRAS LA MUERTE DEL PAPA

Con la muerte este lunes del papa Francisco da comienzo la Sede Vacante, el llamado 'interregno' que va desde que fallece o renuncia un papa hasta que se elige el sucesor. Durante este periodo cesan casi todos los 'ministros' del Vaticano y la Iglesia está gobernada por el Colegio de los Cardenales. 

Por otra parte, la muerte del Papa Francisco pone en marcha una serie de protocolos definidos en el Vaticano y regulados por el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis que el pontífice modificó en 2024 para simplificar aspectos clave del ceremonial vaticano en los funerales papales.  

Tras la muerte del Santo Padre, el Vaticano sigue tres etapas. En primer lugar, la constatación de la muerte, en segundo lugar, la exposición del cuerpo y en tercer lugar, el entierro del Papa. 

PRIMERA ESTACIÓN: CONSTATACIÓN DE LA MUERTE 

La muerte del Papa se certifica en su capilla privada. El cuerpo se deposita directamente en un ataúd de madera con interior de zinc. 

SEGUNDA ESTACIÓN: EXPOSICIÓN DEL CUERPO 

El féretro con el cuerpo del Papa se traslada directamente a la capilla vaticana y se expone allí, abierto para que los fieles puedan venerarlo. La exposición ya no se realiza sobre un catafalco, ni se acompaña del báculo papal junto al féretro. El féretro se cierra la víspera de la misa exequial.

TERCERA ESTACIÓN: ENTIERRO DEL PAPA 

Finalmente se traslada el féretro al lugar de entierro. El nuevo protocolo elimina la tradición de sepultar a los Papas en tres ataúdes consecutivos: uno de ciprés, otro de plomo y otro de roble. Francisco introdujo una simplificación que implica un único ataúd.