Padre Davide, miembro de la Fundación Juan Pablo I: "Conseguía hacer sencillo el anuncio del Evangelio"

El Papa Juan Pablo I, el 'Papa de la sonrisa', que permaneció como pontífice solamente 33 días, será beatificado este domingo, 4 de septiembre de 2022, por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro. ECCLESIA ha tenido la posibilidad de hablar con Don Davide Fiocco, miembro la Fundación Juan Pablo I y director de la casa de espiritualidad “Centro Papa Luciani” en Belluno, y una de las muchas personas que durante 10 años ha estado trabajando en la causa de beatificación.

El Padre Davide ha atendido a ECCLESIA en la misma Plaza San Pedro y ha confesado que está muy emocionado: “Estoy muy contento y orgulloso de haber colaborado a esta causa, porque además soy del mismo pueblo del Papa Luciani y tengo ahí el típico orgullo de la gente de la montaña de ver a conciudadano que llega al honor de los altares”.

"Conseguía hacer sencillo el anuncio del Evangelio"

Sobre la figura de Albino Luciani, Padre Davide tiene claro que “claramente polifacética, no se puede resolver en una sola palabra. Creo que la causa de beatificación subraya el valor de su persona, poniendo fin a toda una temporada de conspiración sobre su muerte, sobre estos discursos que han oscurecido la memoria de su grandeza, que fue la de un obispo valiente, que tuvo algunas intuiciones que ahora se encuentran por ejemplo en el pontificado del Papa Francisco”.

El cardenal Omella, en la recién entrevista en 'La Linterna de la Iglesia', recordó la figura del Papa Luciani como un “gran catequista”. Para Padre Davide, justamente esa era una característica específica de su pontificado, pero también de todo su episcopado: “Conseguía hacer sencillo el anuncio del Evangelio, a pesar de ser doctor en teología. Siempre trataba de hablar con sencillez, y esto se debe a las enseñanzas que le había dado su amado párroco que le decía: “Piensa siempre que te debe entender hasta la última anciana de tu pueblo””.

"Cercano y atento a las pequeñas cosas"

La cercanía que tenía Albino Luciani con las monjas que vivían con él fue otra de las características de su pontificado: “Aunque era un hombre que tenía una cierta autoridad, era cercano a la gente, sobre todo a la más sencilla. Quería mucho a las Hermanas que vivían con él, eran su familia y siempre las trató con cercanía, a pesar de ser primero obispo y luego papa, pero siempre cercano y atento a las pequeñas cosas”.