El Papa agradece a la Universidad de Lovaina ser espacio de acogida para los refugiados: "Ensanchar las fronteras"
En su discurso ante estudiantes y profesores de la universidad católica, el Papa pide a la institución académica “ensanchar las fronteras” en un contexto en el muchos demandan reforzarlas
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El Papa Francisco ha agradecido a los profesores de la Universidad de Lovaina “ensanchar las fronteras” del conocimiento que ha permitido a la institución académica ser un espacio de acogida para “muchos refugiados que se han visto obligados a huir de sus tierras, en medio de incontables peligros, enormes dificultades y sufrimientos a veces atroces”. En estos términos se ha expresado el Pontífice argentino en la tarde de este viernes, 27 de septiembre, en el encuentro con docentes y estudiantes de la Universidad belga, que este año cumple 600 años de existencia, una de las más antiguas del mundo.
Un encuentro donde Jorge Mario Bergoglio, en su discurso, ha puesto el foco en el compromiso de la universidad con los miembros más vulnerables de la sociedad. De esta manera, el obispo de Roma ha señalado que en un mundo donde muchos demandan que “las fronteras se refuercen”, la comunidad universitaria “ha ensanchado sus propios confines, han abierto los brazos para acoger a estas personas marcadas por el dolor, para ayudarles a estudiar y a crecer”, ha puntualizado.
Y es que para Francisco, el mundo de hoy necesita una cultura “que ensanche las fronteras, que no sea sectaria ni se ponga por encima de los demás, sino que, por el contrario, se meta en la masa del mundo, aportándole la levadura buena, que contribuye al bien de la humanidad”, ha continuado explicando.
Francisco pide a la universidad no perder el espíritu crítico
El Pontífice también ha advertido sobre el peligro de que las universidades estén tentadas de convertirse en “catedrales en el desierto”, recalcando que son lugares que “promueven ideas y nuevos estímulos para la vida y el pensamiento del hombre y para los desafíos de la sociedad, es decir, espacios generativos”.
De ahí que para el Papa, ensanchar las fronteras y que las universidades sean espacios abiertos “para el hombre y para la sociedad constituye la gran misión de la Universidad”, máxime en un contexto cultural “que renuncia a la búsqueda de la verdad”.
“Hemos perdido la inquieta pasión de indagar, para refugiarnos en la comodidad de un pensamiento débil, en la convicción de que todo es igual, de que una cosa vale lo mismo que la otra, de que todo es relativo”, ha alertado el Sucesor de Pedro.
Esta debilidad, ha continuado advirtiendo el Santo Padre, nos lleva a una vida superficial “que no plantea demasiados interrogantes; así como del mismo modo nos atrae más una fe fácil, ligera y cómoda, que nunca nos cuestiona nada”.
El Papa recuerda en Lovaina que "la vida no se reduce únicamente a la materia y a lo visible"
Por otro lado, el Papa Francisco también ha querido alertar sobre la actitud racionalista en la que puede caer la Universidad cuando se considera verdadero únicamente “lo que podemos medir y experimentar, como si la vida se redujese únicamente a la materia y a lo visible. En ambos casos los límites resultan reducidos”, ha apostillado.
“Cuando se reduce al hombre a la mera materia, cuando se quiere forzar la realidad a los límites de lo que es visible; cuando la razón es únicamente aquella matemática y de laboratorio, entonces se pierde el asombro, se esfuma esa maravilla interior que nos empuja a buscar más allá, a mirar al cielo, a desentrañar aquella verdad escondida que afronta las preguntas fundamentales: ¿por qué existo?, ¿qué sentido tiene mi vida?, ¿cuál es el objetivo final y la última meta de este viaje?”, ha comentado.