El Papa Francisco, tras el alto el fuego en Gaza: “En la parroquia estaban contentos. Habían comido lentejas con pollo”
Durante la audiencia general, el Pontífice ha agradecido el trabajo de los mediadores y ha instado a seguir rezando por la paz, denunciando la guerra y expresando su cercanía con los afectados por los incendios de Los Ángeles
Publicado el
3 min lectura
El Papa Francisco dirigió sus palabras en la audiencia general de este miércoles a las zonas afectadas por los conflictos, a no olvidar "a la martirizada Ucrania, a Palestina, a Israel y Myanmar”. Recalcó que los únicos beneficiarios de estas tragedias son los fabricantes de armas. Además, para una mayor cercanía, compartió que este martes habló con la parroquia en Gaza donde 600 personas han encontrado refugio.
“Ayer llamé, lo hago todos los días, a la parroquia de Gaza -añadió-. Estaban contentos. Allí hay 600 personas, y me dijeron 'hoy hemos comido lentejas con pollo'. Eso es algo que en estos tiempos no estaban acostumbrados, hasta ahora comían solo alguna verdura... " remarcó, antes de volver a insistir en su ruego: “La guerra es siempre una derrota, no lo olviden, Y ¿quién gana con las guerras? Los fabricantes de armas. Por favor, recemos por la paz”.
Francisco hizo énfasis en esta situación tras una catequesis en la que se centró en la figura de la Virgen María como ejemplo de fe, escucha y disponibilidad ante la Palabra Divina, además de hacer una petición. "Dejarnos abrir los oídos a la Palabra divina, a acogerla y custodiarla, para que transforme nuestros corazones en tabernáculos de su presencia, en hogares acogedores para los que están cansados y necesitados de esperanza". El Papa reflexionó sobre el anuncio del ángel Gabriel a María, tal como se narra en el Evangelio de Lucas, y subrayó la profundidad espiritual de este acontecimiento único en la historia.
Recordó que Gabriel, enviado a la pequeña aldea de Nazaret, llevó a María un mensaje transformador, llamándola “llena de gracia” y tranquilizándola con un “No temas”. Este saludo marcó el inicio de “la misión incomparable que fue ser la Madre del Mesías”, añadió. "María acoge al Verbo en su propia carne y se lanza así a la mayor misión jamás confiada a una criatura humana", remarcó el Papa.
El Pontífice destacó que María, llena de confianza en Dios, se convirtió en “una lámpara con muchas luces” y “se pone al servicio, como como esclava, sino como colaboradora de Dios Padre, llena de dignidad y autoridad para administrar”, un ejemplo para todos los creyentes de cómo acoger y custodiar la Palabra de Dios.
Esta es la lección que Francisco invitó a acoger en la audiencia general, la de buscar dentro de cada uno "la invitación a confiar totalmente en Dios" y, como la madre de Jesús, "abandonarse, obedecer y hacer espacio" al anuncio que ha recibido del ángel.
En el momento de saludar a los peregrinos que llenaban el Aula Pablo VI, donde se desarrolló la audiencia, recordó la celebración de la Semana de la Unidad de los Cristianos, señalando que "esta unidad no es fruto de nuestros esfuerzos, sino un don que debemos pedir al padre para que el mundo crea en Cristo Salvador".
A los peregrinos de lengua china, los animó "a manifestar siempre con alegría su fe en Cristo", y a los polacos, les pidió no olvidar a los ucranianos, que están sufriendo la guerra, señaló, instando a tener de manera especialmente presentes "a los abuelos y abuelas".
Cercanía con Los Ángeles
El Pontífice también expresó su dolor y solidaridad con las víctimas de los incendios en Los Ángeles (Estados Unidos), que han arrasado barrios enteros, y pidió a Nuestra Señora de Guadalupe que interceda para que estos desastres concluyan pronto. “Mi corazón está con ese pueblo. Que puedan recuperar la fuerza de la diversidad y la creatividad que los caracteriza”, declaró, en claro mensaje a la importancia que tiene la industria cinematográfica en la zona.