El Papa Francisco destaca el camino de María junto a Jesús en la catequesis de este Miércoles de Ceniza: "Peregrina de esperanza"

El Papa Francisco, que continúa la “fisioterapia respiratoria” sin sufrir nuevas crisis respiratorias, según el Vaticano, y cuyo cuadro sigue siendo “complejo” y con pronóstico “reservado”, dejó preparada la catequesis de este miércoles 5 de marzo, Miércoles de Ceniza, desde el hospital Gemelli de Roma, donde continúa ingresado. El Pontífice se centró en la figura de María, reflexionando sobre su camino a través de la infancia de Jesús, y tomó como inspiración el episodio en el que Jesús, a los doce años, "se quedó en el Templo sin decírselo a sus padres", un evento que impulsó una profunda reflexión sobre el "camino de María". El Papa observó que este camino "ciertamente no fue fácil".

El Papa describió el "itinerario espiritual" de María, resaltando su esfuerzo por comprender "el misterio de su Hijo". Este recorrido incluyó varias etapas clave: La visita de María a Isabel durante su embarazo, el viaje a Belén con José, la presentación de Jesús en el Templo y las peregrinaciones anuales, el exilio en Egipto para proteger a Jesús de Herodes, la presencia de María en las bodas de Caná, el seguimiento de Jesús hasta su pasión y muerte en Jerusalén, o su rol como Madre de los discípulos después de la Resurrección, aguardando la llegada del Espíritu Santo.

María: Peregrina de Esperanza

Afirma Francisco que “a lo largo de este itinerario, la Virgen es peregrina de la esperanza, en el sentido fuerte de que se convierte en "hija de su Hijo", en su primera discípula. María trajo al mundo a Jesús, la Esperanza de la humanidad: lo alimentó, lo hizo crecer, lo siguió, dejándose modelar primero por la Palabra de Dios”.

Un momento significativo en el camino de María fue la pérdida de Jesús a los doce años en Jerusalén. Este evento provocó una reprimenda por parte de María, quien dijo: "Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo, angustiados, te buscábamos". María y José experimentaron la angustia de perder a un hijo. Al encontrar a Jesús en el Templo, lo vieron inmerso en discusiones sobre las Escrituras con los maestros de la Ley.

La Respuesta de Jesús y el Misterio Divino

Jesús respondió con sencillez: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?". María y José no comprendieron completamente, ya que el misterio de Jesús superaba su entendimiento. Aunque los padres deseaban proteger a su hijo, Jesús estaba enfocado en su vocación como Hijo del Padre. "El misterio del Dios hecho niño supera su inteligencia. Los padres quieren proteger a ese hijo preciosísimo bajo las alas de su amor; Jesús, en cambio, quiere vivir su vocación de Hijo del Padre que está a su servicio y vive inmerso en su Palabra".

La catequesis terminó con una invitación a seguir las huellas del Señor, "que no se deja encerrar en nuestros esquemas y se deja encontrar no tanto en un lugar, sino en la respuesta de amor a la tierna paternidad divina, respuesta de amor que es la vida filial".