El Papa Francisco nos llama a “caminar unidos y sin dejar a nadie atrás” hacia la Pascua
En el mensaje por la Cuaresma 2025, que titula “Caminemos juntos en esperanza”, nos anima a descubrir las llamadas a la conversión
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Francisco: "Que la esperanza que no defrauda sea para nosotros el horizonte del camino cuaresmal hacia la victoria pascual"
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El Papa Francisco, que “ha descansado bien” en su duodécima noche en el Hospital Gemelli de Roma, según un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, vuelve a recordar que la misión de la Iglesia es “caminar unidos y sin dejar a nadie atrás”. Lo ha hecho en su mensaje por la Cuaresma 2025, que ha titulado “Caminemos juntos en esperanza”.
Recordando el lema de este Jubileo de la esperanza, Francisco nos llama a recordar el éxodo bíblico pensando “en tantos hermanos y hermanas que hoy huyen de situaciones de miseria y de violencia, buscando una vida mejor”. “Sería un buen ejercicio cuaresmal confrontarse con la realidad concreta de algún inmigrante o peregrino, dejando que nos interpele, para descubrir lo que Dios nos pide”, señala el Papa.
El Santo Padre nos llama a hacer el viaje hacia la Pascua “juntos”, porque “los cristianos están llamados a caminar codo a codo, sin pisotear o dominar al otro, sin albergar envidia o hipocresía, sin dejar que nadie se quede atrás o se sienta excluido”. “Dios nos pide que comprobemos si en nuestra vida somos capaces de caminar con los demás, de escuchar y de vencer la tentación de encerrarnos en nuestra autorreferencialidad”, explica.
Caminar juntos en la esperanza de una promesa
El Papa Francisco también habla en su mensaje para esta cuaresma, enriquecida por la gracia del Año jubilar, sobre lo que significa descubrir las llamadas a la conversión que la misericordia de Dios nos dirige a todos, de manera personal y comunitaria.
“Que la esperanza que no defrauda sea para nosotros el horizonte del camino cuaresmal hacia la victoria pascual”, relata el pontífice, que cita la enseñanza del Papa Benedicto XVI en su Encíclica Spe salvi: “El ser humano necesita un amor incondicionado. Necesita esa certeza que le hace decir: «Nada podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro»”.
Es por esto que el pontífice nos llama a la conversión de la esperanza, a la de la confianza en Dios y en su gran promesa, la vida eterna; y nos plantea una pregunta: ¿Poseo la convicción de que Dios perdona mis pecados, o me comporto como si pudiera salvarme solo? ¿Anhelo la salvación e invoco la ayuda de Dios para recibirla?
A continuación puedes leer el mensaje completo del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2025.