Parolin advierte que "el cambio climático avanza" y no espera la "buena voluntad" del ser humano
El secretario de Estado del Vaticano llegará este viernes a Dubái para participar en la COP28 y compartir los miedos y las esperanzas del Santo Padre
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El cardenal Parolin, secretario de Estado del Vaticano, llegará este viernes a Dubái para participar en la COP28 y ha compartido con los medios vaticanos las esperanzas y los miedo del Santo Padre por la crisis climática y las guerras que arruinan el planeta. Será el cardenal italiano quien iniciará este sábado los trabajos de la delegación del Vaticano en la COP28. Francisco, “con gran pesar”, ha tenido que renunciar a este viaje para evitar el empeoramiento de la inflamación pulmonar.
En una entrevista en Vatican News, Parolin ha subrayado que “en el corazón del Papa está la conciencia de la necesidad de actuar para el cuidado de la casa común, la urgencia de posiciones valientes y un nuevo impulso a las políticas locales e internacionales para que el hombre no se vea amenazado por intereses partidistas, miopes o depredadores”.
“La COP28 está llamada a dar una respuesta clara de la comunidad política para afrontar con determinación esta crisis climática en los plazos urgentes que indica la ciencia. El Papa no pudo ir a Dubái, pero la decisión de estar allí, la primera vez para un Papa, surgió claramente de la Laudate Deum, en la que recuerda que se cumplen ahora ocho años de la publicación de la Carta Encíclica Laudato si' y en la que quiso compartir con todos el sufrimiento del planeta y las "sentidas preocupaciones" por el cuidado de la casa común”, ha recordado Parolin.
Sobre las expectativas para la COP28, Parolin remarca que la esperanza es que esta Cumbre del Clima pueda marcar una aceleración en la transición energética, con compromisos efectivos y susceptibles de un monitoreo permanente: “Una transición energética que puede declinarse de varias maneras, empezando por la reducción gradual y rápida de los combustibles fósiles mediante un mayor uso de las energías renovables y la eficiencia energética, así como mediante un mayor compromiso con la educación para la ecología integral”.
Francisco ha lamentado que tras la conferencia de París de 2015 se produjo un declive y un desinterés en los temas ambientales. ¿Se da cuenta el mundo de los peligros?: “Desde 2015 ha habido una serie de crisis, baste pensar en la Covid-19 o en los persistentes problemas humanitarios que invaden nuestra sociedad. Los conflictos en Ucrania y en la zona israelo-palestina son solo dos ejemplos sorprendentes de cómo los conflictos localizados no solo tienen un impacto inaceptable y devastador en las poblaciones civiles locales, sino que también tienen profundas repercusiones económicas y sociales en todo el mundo. He aquí una segunda cuestión: estas crisis corren el riesgo de desviar la atención de la comunidad internacional hacia la cuestión climática”.
“Lamentablemente, el cambio climático avanza y no espera a que se ponga en práctica la "buena voluntad" del ser humano. Lo que hace falta es que la comunidad internacional no sólo tome nota de ello, sino que se dé cuenta concretamente de que, para combatir la crisis climática, o ganamos juntos o perdemos juntos [...] el verdadero enemigo a combatir son los comportamientos irresponsables que repercuten en todos los componentes de nuestra humanidad de hoy y de mañana. La respuesta debe ser rápida y cohesionada”, ha subrayado Parolin..
Preguntado por la guerra entre Israel y Hamás, Parolin ha lamentado que “el atentado terrorista perpetrado el 7 de octubre por Hamás y otras organizaciones palestinas contra la población de Israel ha causado una grave y profunda herida en los israelíes y en todos nosotros. La seguridad de esa población se ha visto seriamente comprometida de un modo tan brutal e increíblemente en tan poco tiempo”.
“Estos días veo un rayo de luz en los negociados que han permitido una tregua y la liberación de diversos secuestrados israelíes y de otras nacionalidades. Lamentablemente hoy hemos sabido que los combates han recomenzado. La Santa Sede espera que lo antes posible cesen las violencias”, ha pedido Parolin.
El cardenal también ha hablado sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania y la labor de la diplomacia vaticana en este contexto: “El compromiso de la Santa Sede no ha disminuido y sigue centrándose en las cuestiones humanitarias, en particular en la repatriación de los menores ucranianos. Los diversos intercambios de información entre las partes ucraniana y rusa, a través de las Nunciaturas Apostólicas presentes en los dos países, han permitido conocer la suerte de decenas de niños”.