Tres cardenales analizan el Sínodo en el briefing del Vaticano: "Este es el camino de la Iglesia"

Había una cierta expectación en la sala de prensa del Vaticano cuando han entrado este lunes tres cardenales para el briefing sobre el Sínodo: el arzobispo de Marsella, Jean-Marc Aveline, el arzobispo de Viena, Christoph Schönborn y el cardenal Carlos Aguiar, arzobispo de Ciudad de México.

Antes del testimonio de los tres purpurados, Paolo Ruffini ha comunicado que en el día de hoy se leyó en el Sínodo la “Carta al Pueblo de Dios”, texto que se publicará el próximo miércoles y que fue acogido con un aplauso general. Asimismo, el documento síntesis de esta primera fase de Sínodo se votará el sábado y se conocerá durante la jornada.

El testimonio del cardenal Schönborn

A partir de allí empezaron los tres testimonios que todos los periodistas estaban esperando. El cardenal Schönborn ha subrayado que no es el primer sínodo al que asiste, “pero debo decir, claramente, que por la metodología y el desarrollo general es el mejor que he experimentado. Ya el hecho de la disposición en la que nos encontramos en el Aula significa mucho”.

¿Cuál es el fruto de esta primera etapa del camino sinodal? Esta será la pregunta que se imagina le harán los fieles en Viena y el cardenal austriaco ha recordado una frase del teólogo Karl Rahner cuando acabó el Concilio Vaticano II que se le quedó grabada en su corazón y en su mente: “Si de este Concilio no sale un aumento de la fe, de la esperanza y de la caridad, todo el Concilio será en vano”. El cardenal ha afirmado lo mismo sobre este sínodo sobre la sinodalidad.

"Europa ya no es el centro principal de la Iglesia"

El punto es esencial y “me parece recordar la gran visión de la Iglesia en la Lumen Gentium del Vaticano II: allí se habla primero del Misterio de la Iglesia, en segundo lugar del Pueblo de Dios y solamente en los demás capítulos de la constitución jerárquica de los laicos y de los consagrados. La visión de la sinodalidad es caminar juntos, es la vida de la “comunión” eclesial. La base para ello, evidentemente, es el bautismo”.

Uno de los aspectos fundamentales de este sínodo, según el cardenal austriaco, es la impresión muy fuerte “de que Europa ya no es el centro principal de la Iglesia, hay otros centros y esto se vive cotidianamente en el Sínodo: América Latina, África, Asia... en Europa estamos un poco atrasados en la vida sinodal y necesitamos un estímulo para avanzar”. Por ejemplo, Schönburn ha lamentado que las conferencias episcopales europeas no hayan conseguido nunca tener una palabra común sobre el drama de los migrantes y de los refugiados: “Los políticos no saben cómo hacerlo y nosotros, la Iglesia, no logramos tener una palabra común y de peso sobre esta cuestión”.

El testimonio del cardenal Aguiar, arzobispo de Ciudad de México

Tras el testimonio del cardenal austriaco, ha tomado la palabra el cardenal Aguiar: “Al final del segundo sínodo en el que participé en 2012 sobre la necesidad de una nueva evangelización que convocó Benedicto XVI, se llegó a la conclusión que la transmisión de la fe estaba fracturada. Las familias ya no eran capaces de transmitir a las nuevas generaciones la fe católica. Allí se constató y por eso el primer sínodo que convoca Francisco es sobre la familia que antes era la que daba la fe”.

“Cuando se tocó el tema de la familia se vio necesario abordar el tema de las nuevas generaciones y llegó el Sínodo de los jóvenes en 2018. En ese sínodo yo previamente realicé un sínodo de jóvenes en mi archidiócesis y allí convoqué jóvenes de todas las clases sociales: allí pudieron intercambiar opiniones porque los jóvenes se hacen amigos cuando uno le abre los espacios y se encuentren ellos entre sí. Estoy convencido de eso”, ha subrayado el cardenal mexicano.

El trabajo en Ciudad de México

El arzobispo de Ciudad de México ha explicado que en su archidiócesis ya vivieron en el año 2021 un sínodo sobre la sinodalidad: “Lo empezamos en octubre de 2021, visitamos las 416 parroquias, pero exigiéndoles que en cada una de ellas ya tuvieran una Asamblea Plenaria con todos los que participaban en ella. Nos presentaron a los obispos qué necesitan para transmitir la fe a los demás. Terminamos en junio la visita pastoral y ahora próximamente tendremos la puesta en común para responder a esas exigencias que necesita la sociedad”.

Aguiar ha sido tajante: “Estoy convencido de que este es el camino de la Iglesia: si lo hacemos, transmitiremos a la fe, si no lo hacemos nos volveremos en pequeños grupos católicos, como quizás está sucediendo en algunas partes”.

El testimonio del cardenal Aveline

Por último, ha tomado la palabra el cardenal Aveline que participa en su primer Sínodo: “Llegué aquí con diferentes emociones: alegría, gozo y, ante todo, me parecía una aventura interesante y nueva y de hecho lo es”. “Mi segunda emoción fuerte es la curiosidad: no quedo decepcionado al ver personas que proceden de todo el mundo compartir [...] creo que de verdad descubrimos muchas cosas y no quedo decepcionado”, ha explicado Aveline.

El arzobispo de Marsella ha advertido que “las preocupaciones del mundo nos recuerdan que no podemos quedar mucho tiempo estancados en las pequeñas cosas. La Iglesia tiene que asumir sus responsabilidades […] Timothee Radcliffe nos ha recordado esta mañana que tenemos muchas expectativas”. Abelline ha considerado que la próxima semana es fundamental: “Ahora tendremos que vivir momentos importantes para encontrar un acuerdos sobre las cuestiones que quedan pendientes, las divergencias que tenemos que profundizar. Tenemos mucho trabajo, hay que remangarnos la camisa y ponernos a trabajar”.