El uso exclusivo del Patio de San Dámaso, donde el Papa retomará la Audiencia General con fieles

A partir del próximo miércoles 2 de septiembre se reanudarán las audiencias generales del Papa Francisco con la presencia de los fieles. La Prefectura de la Casa Pontificia lo anunciaba el pasado miércoles:

“Siguiendo las instrucciones sanitarias de las Autoridades, las audiencias del mes de septiembre tendrán lugar el Patio San Dámaso del Palacio Apostólico, a partir de las 9.30 horas. La participación estará abierta a todos los que lo deseen, sin necesidad de entradas. La entrada se dará a partir de las 7:30 am desde la Puerta de Bronce (Columnata a la derecha de la Plaza de San Pedro)".

La historia del Patio de San Dámaso

Para los que habéis ido a Roma seguramente habéis visitado el Vaticano, sus Museos y la Basílica de San Pedro. Pero quizás no sabéis exactamente como está dividido lo que se suele llamar el Palacio Apostólico Entre los muchos patios que componen este lugar, el Papa Francisco ha elegido el patio de San Dámaso, obra de Bramante y Rafael, para volver a las audiencias generales con fieles. El patio tiene sus cuatro pisos de pórticos proyectados con la clásica simplicidad que recuerdan los monumentos romanos. Es curioso que este palacio sólo tenga construidas tres alas, dejando abierta la parte del edificio que mira hacia Roma.

Así, el patio de San Dámaso está cerrado solamente por tres lados: al oeste se encuentra la fachada del antiguo palacio papal habitado desde 1377, al norte la fachada del palacio de Gregorio XIII y al este la fachada del palacio de Sixto V.

En la planta baja se encuentran los despachos de la Curia. En el primer piso: la Sala Ducale, las estancias de los Borgia transformadas hoy en Secretaria y el apartamento del cardenal secretario de estado; en el segundo piso se encuentran las estancias de Julio II, decoradas por Rafael, la lipsanotheca (sala de las reliquias), la capilla Redemptoris Mater y la sala de audiencias del Papa. Por último, en el tercer piso del proprio núcleo está la llamada galería de las cartas geográficas, con la Secretaria de Estado de la Santa Sede.

Estos son todos los servicios que han sido instalados alrededor del Patio de San Dámaso, en forma, como hemos dicho, de U, abierta por uno de los lados mirando a la gran plaza. Dan la vuelta a cada piso vastas logias, decoradas hermosamente por Rafael y sus discípulos.

¿Para qué se utiliza el Patio San Dámaso?​

Este núcleo de habitaciones y dependencias alrededor del patio de San Dámaso se hallaba en un principio separado del pabellón del Belvedere, asentado en lo alto de los jardines y dominando toda la ciudad. Fue también Bramante, por encargo de Julio II, quien, después de haber completado la decoración de los edificios que rodean el patio de San Dámaso, los reunió con los del Belvedere por medio de dos largas alas de trescientos metros, que dejaban dentro de ellas un inmenso patio rectangular, llamado de la Pina, porque allí se puso una pina colosal de bronce, procedente de un antiguo edificio romano, la Domus Áurea de Nerón, y que durante toda la Edad Media había estado delante mismo de la basílica de San Pedro.

El patio de San Dámaso es el patio principal del Palacio Apostólico. Aquí se da la bienvenida a los jefes de Estado y de gobierno, a los embajadores acreditados ante la Santa Sede, a los obispos en visitas ad limina y, en general, a todos aquellos que son recibidos en audiencia privada por el pontífice. También es aquí donde, el 6 de mayo, los nuevos reclutas de la Guardia Suiza Pontificia juran solemnemente.

Se accede al patio de San Dámaso a pie desde la puerta de bronce y desde la escalera de Pío IX y, en coche, a través de un pasaje por el Patio del Centinela, el Patio de los Borgia y el Patio del Papagayo.