Vaticano impulsa la sinodalidad: "Una dimensión esencial de la vida ordinaria de las Iglesias locales y de la Iglesia entera"
La Secretaría General del Sínodo ha enviado a todos los Obispos y Eparcas una carta anunciando el inicio de un proceso de acompañamiento y evaluación de la fase de implementación del Sínodo

Madrid - Publicado el
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La Secretaría General del Sínodo ha enviado a todos los Obispos y Eparcas y, a través de ellos, a todo "el Santo Pueblo de Dios" que les ha sido confiado, una carta anunciando el inicio de un proceso de acompañamiento y evaluación de la fase de implementación del Sínodo "Por una Iglesia sinodal. Comunión, participación, misión".
Este proceso fue aprobado por el Papa Francisco, quién pidió su difusión a las Iglesias locales y a los agrupamientos de Iglesias. Algunas citas significativas para evaluar el proceso de implementación concluirán en 2028 con una Asamblea eclesial en Roma.
El cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo, dio detalles de la Asamblea Eclesial de 2028 a los medios vaticanos: "La Iglesia de Dios se reúne en Sínodo para dar testimonio de los frutos del camino sinodal de la Iglesia".
Un Impulso a la Sinodalidad
La carta, firmada por el Cardenal Mario Grech, Secretario General de la Secretaría General del Sínodo, subraya que el Santo Padre desea que esta fase reciba una "atención especial, para que la sinodalidad sea cada vez más comprendida y vivida como una dimensión esencial de la vida ordinaria de las Iglesias locales y de la Iglesia entera".
El pasado 11 de marzo, el Santo Padre aprobó la puesta en marcha de este itinerario por parte de la Secretaría General del Sínodo. Este proceso no implica la convocatoria de un nuevo Sínodo por el momento, sino que se centra en la "consolidación del camino ya recorrido".
Recepción Activa, No Mera Aplicación
La fase de implementación no debe entenderse como una simple aplicación de directivas, sino como un proceso de "recepción" de las orientaciones del Documento final de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, adaptándolas a las "culturas y necesidades locales de las comunidades". El Cardenal Grech recuerda que el Santo Padre precisó que el Documento final "participa del Magisterio ordinario del Sucesor de Pedro" y, aunque "no es estrictamente normativo", sí "compromete a las Iglesias a hacer opciones coherentes".
Un Camino con Etapas Definidas
El itinerario de acompañamiento y evaluación tendrá una serie de hitos importantes que culminarán en una Asamblea Eclesial en el Vaticano en octubre de 2028. Las etapas clave incluyen:
- Marzo de 2025: Anuncio del proceso.
- Mayo de 2025: Publicación del Documento de apoyo para la fase de implementación.
- Junio de 2025 – diciembre de 2026: Itinerarios de implementación en las Iglesias locales y sus agrupaciones.
- 24-26 de octubre de 2025: Jubileo de los equipos sinodales y de los órganos de participación. Esta convocatoria resalta la importancia de «reconocer el valor de estos organismos y de las personas que prestan su servicio en ellos».
- Primer semestre de 2027: Asambleas de evaluación en las Diócesis y Eparquías.
- Segundo semestre de 2027: Asambleas de Evaluación en las Conferencias Episcopales nacionales e internacionales, en las Estructuras Jerárquicas Orientales y en otras agrupaciones eclesiales.
- Primer semestre de 2028: Asambleas continentales de evaluación.
- Junio de 2028: Publicación del Instrumentum laboris para la Asamblea eclesial.
- Octubre de 2028: Celebración de la Asamblea eclesial en el Vaticano.
Involucrando a Todo el Pueblo de Dios
El proceso busca involucrar a las Diócesis y Eparquías, las Conferencias Episcopales, las Estructuras Jerárquicas de las Iglesias Orientales Católicas, así como a los institutos de vida consagrada, sociedades de vida apostólica, asociaciones laicales, movimientos eclesiales y nuevas comunidades. Se insiste en la importancia de "involucrar nuevamente a las personas que ya han contribuido y para devolver los frutos de la escucha de todas las Iglesias y del discernimiento de los Pastores en la Asamblea sinodal".
Los equipos sinodales son considerados "instrumentos fundamentales para acompañar de manera ordinaria la vida sinodal de las Iglesias locales". Se pide a los obispos que comuniquen la composición de estos equipos a la Secretaría del Sínodo. Este itinerario también ofrece una oportunidad para las diócesis que han invertido menos en el camino sinodal para ponerse al día.
Intercambio de Dones y Evaluación Conjunta
Uno de los objetivos clave es concretar la perspectiva del "intercambio de dones entre las Iglesias y en la Iglesia entera". A través de este proceso, se evaluarán las decisiones tomadas a nivel local y se reconocerán los progresos en materia de sinodalidad. El Santo Padre podrá así "escuchar y confirmar las orientaciones consideradas válidas para la Iglesia entera".
El Cardenal Grech concluye su carta agradeciendo de antemano el compromiso de los obispos y sus colaboradores, reconociendo que "sin el impulso de los Obispos diocesanos y eparquiales, un proceso como el aquí esbozado no sería siquiera imaginable".