El Vaticano recuerda los 20 años de legado de San Juan Pablo II: "Un peregrino incansable"

El Vaticano ha conmemorado este miércoles el vigésimo aniversario de la muerte del Papa San Juan Pablo II con una misa solemne celebrada en la basílica de San Pedro del Vaticano. Una ceremonia que se ha llevado a cabo sin la presencia del Papa Francisco, quien continúa su convalecencia en su residencia.

La eucaristía fue presidida por el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, desde el altar papal de la basílica. La ausencia de Francisco se debió a que prosigue su recuperación en la Casa Santa Marta, dentro del Vaticano, tras haber estado hospitalizado durante 38 días por problemas respiratorios.

Parolin recordó a Juan Pablo II como "un santo" y un "peregrino incansable"  

A la ceremonia asistió una delegación del Gobierno italiano encabezada por la primera ministra, Giorgia Meloni, así como una representación de Polonia y el que fuera secretario durante décadas del papa polaco, el cardenal Stanislaw Dziwisz.

Juan Pablo II tuvo un largo y popular pontificado que duró casi 27 años, hasta su fallecimiento en la noche del 2 de abril de 2005. Fue sucedido por Benedicto XVI, quien lo declaró beato en 2011, y posteriormente, Francisco ofició su canonización final en abril de 2014.

El cardenal Parolin, encargado de la homilía ante la indisponibilidad del pontífice argentino, recordó a Juan Pablo II como "un santo" y un "peregrino incansable" debido a sus numerosos viajes alrededor del mundo, que introdujeron a la Iglesia en el tercer milenio. Subrayó especialmente su firmeza al dirigirse a los gobernantes de su tiempo para recordarles su "responsabilidad en la defensa de la justicia, la dignidad de las personas humanas y la paz".

"Bendice esta humanidad lacerada y desorientada para que retome la vía de su dignidad"

Parolin también destacó el "incansable servicio por la paz" de Juan Pablo II, sus "llamamientos apasionados" y sus "iniciativas diplomáticas para tratar hasta el final de evitar guerras". Lamentó que muchos de sus llamados no fueron escuchados, comparándolo con los grandes profetas. Al concluir su intervención, imploró: "Santo Padre Juan Pablo II bendice esta iglesia del Señor en camino para que sea peregrina de esperanza. Bendice esta humanidad lacerada y desorientada para que retome la vía de su dignidad y de su altísima vocación y reconozca la riqueza de la misericordia y del amor de dios".

Previamente, el cardenal Dziwisz, de 85 años, quien fuera secretario de Wojtyla, resaltó cómo el papa polaco "se acercó al corazón de millones de fieles de todo el mundo". Afirmó con convicción: "Creemos firmemente que él mismo, ahora, nos mira desde las alturas, apoyando a toda la Iglesia en su peregrinaje hacia la eternidad".

 "Nuestro corazón está con al Santo Padre Francisco"  

Monseñor Dziwisz también tuvo palabras de recuerdo para el papa Francisco en estos momentos de enfermedad: "Nuestro corazón está con al Santo Padre Francisco. Sabemos que ahora se une espiritualmente a nosotros. Rezamos por su salud. Que el Señor le de la fuerza necesaria para guiar la Iglesia peregrina en este Año jubilar por la esperanza, en estos tiempos difíciles también para el mundo".

La basílica de San Pedro acogió a miles de fieles que se acercaron para rendir homenaje al papa y santo polaco en el vigésimo aniversario de su fallecimiento. Muchos de ellos depositaron ramos de flores en su tumba, ubicada en una de las capillas del templo. Al finalizar la misa, se encendió un cirio sobre la tumba de Juan Pablo II, en presencia de la Curia Romana y de la primera ministra italiana. Giorgia Meloni es una conocida admiradora del santo polaco.