Así consoló el Papa Francisco a la madre de Toni Vadell: “Puedes estar orgullosa de tu hijo”
El Santo Padre llamó a Antonia Ferrer un mes y medio antes de que falleciera el obispo auxiliar de Barcelona: "Los ánimos que me dio durante su enfermedad me reconfortaron mucho"
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Fue una llamada, la víspera del día de Reyes. “Santidad, rece por mi hijo, está muy malito”. El Papa le contestó: “Todo el mundo está rezando por él”. Así comenzó un diálogo desde la tristeza pero con la mirada puesta en la esperanza.
Antonia Ferrer, la madre del obispo Toni Vadell recibió la llamada del Papa Francisco un 5 de enero, en un momento en el que su hijo, Toni, seguía ingresado en el hospital luchando contra el cáncer de páncreas que padecía.
El Papa mantuvo esta conversación en la víspera de la solemnidad de la Epifanía. En ella, buscó consolar a Antonia expresándola que podía estar orgullosa de su hijo.
Desde Mallorca, la madre de Vadell le imploró al Papa: “Rece por él”. El Papa le contestó lo mucho que lo necesitaba y cómo podía estar "orgullosa de su hijo". El diálogo entre ambos concluyó con la petición de Francisco a la madre del obispo para que rece también por él.
Por su parte, Antonia expresó que, para ella esta llamada, en ese momento crucial, se convirtió en el mejor regalo de Reyes.
Un reportaje realizado gracias a la colaboración de la Delegación de Medios de la diócesis de Mallorca, diócesis de nacimiento de Toni Vadell, que realizó además este reportaje para IB3TV.
"No a todo el mundo le telefonea el Papa"
Cuando Antonia colgó el teléfono a pesar del momento y tristeza, reconfortó el sufrimiento de una madre que en ese momento solo quería abrazar a su hijo. "No a todo el mundo le telefonea el Papa", reconoce Antonia, "fue un gran privilegio, que reconoció la buena labor como obispo".
Al igual que con Antonia, el Pontífice también telefoneó a Juan, hermano de Vadell, que estuvo con él hasta el último momento. Un ejemplo de amor fraterna entre hermanos, todo un orgullo para Antonia.
Obispo desde 2019
Toni Vadell, recibió la ordenación episcopal en septiembre de 2019, en la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona. Cuando le comunicaron que tenía un tumor, puso su vida totalmente en las manos del Señor y que, aunque le dolía pensar que le llevaría a la muerte, en la oración sentía como nunca la cercanía de Dios, el consuelo del Señor. "Se conmovió, pero en ningún momento vivió un instante de tristeza". Y es que su sufrimiento y sacrificio "fueron todo un ejemplo".
El obispo auxiliar de Barcelona "supo llevar su enfermedad con gran dignidad humana y creyente, dándonos un ejemplo admirable de cómo debemos ponernos en las manos de Dios aceptando siempre su voluntad".
Las tres cualidades de un obispo
Es quizá esta actitud la que hizo que el Papa Francisco tuviera claro que “lo necesitaba” como tantas veces le dijo durante su enfermedad. Porque el Papa también habló con Vadell en los últimos momentos, “te necesito”, le dijo, “necesito a gente como tú para mi Iglesia”
Todas estas cualidades que el Papa Francisco vio en Toni, son quizá reflejo de lo que el propio Francisco pidió a los obispos… y por eso le necesitaba. Francisco pide que el ‘obispo ideal’: en primer lugar, muestre “la misericordia divina para que la verdad brille como el bien de todos”.
Además, el pastor "debe anunciar la Palabra de Dios y encarnarla en la vida de la Iglesia y del individuo”, continua el Papa, porque “en este anuncio, se encuentra la verdadera alegría de los pastores que «huelen a oveja»".
En definitiva, lo que Francisco hace es una llamada a que los obispos sean “pastores desde dentro”: "Dentro de la vida de las personas, de las comunidades, del país, dentro de la mirada de los heridos y de los excluidos, de los que no dejan de ver el futuro que hay que vivir con otros y para otros”.