La anécdota entre el Papa Francisco y el presidente de Eslovenia con el postre más típico del país

Las recepciones que el Papa Francisco realiza a jefes de Estado o presidentes de los diferentes países siempre dejan momentos únicos y anécdotas para recordar. No podía ser menos en el encuentro mantenido este lunes, 7 de febrero, entre el Santo Padre y el presidente de Eslovenia, Borut Pahor.

Una visita que se produjo en el marco del treinta aniversario del reconocimiento de Eslovenia por parte de la Santa Sede y del establecimiento de relaciones diplomáticas.

Asuntos como la cooperación regional, la ampliación de la Unión Europea a los países de los Balcanes Occidentales y la situación en Ucrania con la amenaza de invasión por parte de Rusia, estuvieron en las conversaciones entre Pahor y el Secretario de Estado vaticano, el cardenal Parolin.

Como viene siendo habitual, el momento curioso llegó con los regalos que se intercambiaron el líder esloveno con el obispo de Roma. El primero llegó al Vaticano con un bizcocho típico de su país, la poticka, ofreciéndoselo al Pontífice, siendo uno de los presentes con los que obsequió al Sucesor de Pedro.

Lo sorprendente es que no es la primera vez que el Papa tiene una anécdota con este postre típico del país de la Europa del Este. Cuando Melania Trump visitó el Vaticano en mayo de 2017, el Papa le preguntó a la mujer del expresidente norteamericano si también preparaba este postre en su casa, ya que Melania es también de origen esloveno. Una muestra más del sentido del humor que caracteriza al Papa Francisco.

Para quien desconozca este postre típico de Eslovenia, la poticka, se trata de una masa de levadura estirada y enrollada con rellenos de diferentes tipos. Entre los ingredientes se encuentra la yema de huevo, el azúcar, la miel, la leche o la canela.