Francisco advierte que la "gran enemiga" del "diálogo universal" es la guerra: "Parecen infinitas"
En una nueva entrevista a Télam, el Papa ha abordado varios temas: las guerras, el Sínodo, la inteligencia artificial o sus próximos viajes: "Me gustaría ir a Argentina"
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La agencia de noticias argentina Télam ha publicado una nueva entrevista al Papa Francisco en la que se abordan varios temas como la guerra, la crisis de humanidad, el trabajo, el sínodo o la inteligencia artificial. El Pontífice no evita ningún tipo de preguntas y asegura que le gustaría viajar a Argentina y, que entre los países más lejanos, ha asegurado que le queda visitar Papúa Nueva Guinea.
Preguntado por la falta de humanidad en estos tiempos de guerra, Francisco ha asegurado que a "la humanidad le falta protagonistas de humanidad, que haga ver su protagonismo humano. A veces noto que falta esa capacidad de gestionar las crisis y de hacer aflorar la propia cultura. No tengamos miedo a que salgan los verdaderos valores de un país. Las crisis son como voces que nos señalan dónde hay que proceder”.
Sobre este mismo tema, el Papa ha señalado además que “el pensamiento único destierra la riqueza humana. Y la riqueza humana tiene que contemplar tres realidades, tres lenguajes: de la cabeza, del corazón y de las manos. De tal manera que uno piense lo que sienta y lo que hace, sienta lo que piensa y lo que hace y haga lo que piensa y sienta. Esa es la armonía humana. Si a uno le falta alguno de estos tres lenguajes, hay un desequilibrio tal que lo lleva al sentimiento único, al pragmatismo único o al pensamiento único. Son traiciones a la humanidad”.
El trabajo
Sobre el tema del trabajo, el Santo Padre ha recordado el grave pecado de la explotación: “Lo que te unge digno es el trabajo. Ahora, la traición más grande a este camino de dignidad es la explotación. No de la tierra para que produzca más, sino la explotación del trabajador. Explotar a la gente es uno de los pecados más graves. Y explotarla para provecho propio”.
Asimismo, ha subrayado la necesidad de los derechos de los trabajadores: “Cuando un trabajador no tiene derechos o se lo contrata por poco tiempo para ir cambiándolos y no pagar aportes, se lo convierte en esclavo y uno se transforma en verdugo”.
La inteligencia artificial
Francisco ha lamentado que algunos lo llamen dictador cuando leen sus encíclicas: “No es así. El Papa agarra el Evangelio y dice lo que dice el Evangelio. Ya en el Antiguo Testamento, el derecho hebreo pedía que se cuidara a la viuda, al huérfano y al extranjero. Si una sociedad cumple estas tres cosas anda fenómeno”.
Preguntado sobre la inteligencia artificial, el Papa ha remarcado que “la pauta de un progreso cultural es la capacidad que tenga el hombre y la mujer de manejarlo, asimilarlo y regirlo. O sea, el hombre y la mujer son señores de la Creación, y en eso no hay que claudicar. El señorío de la persona sobre cualquier cosa. El cambio científico serio es progreso. Hay que estar abierto a eso”.
El tema de la guerra y el sínodo
Volviendo a reflexionar sobre el tema de la guerra, Francisco hace un llamamiento al diálogo entre los países: “Uno no puede hablar de una seguridad social si no hay una seguridad universal, o que esté en proceso de universalizarse. Creo que el diálogo no puede ser solo nacionalista, es universal, sobre todo hoy día con todas las facilidades que hay para comunicarse. Por eso hablo de diálogo universal, de armonía universal, de encuentro universal. Y claro, el enemigo de esto es la guerra”.
Sobre el sínodo que se está celebrando durante este mes de octubre en el Vaticano, el Papa ha recordado lo que ya ha dicho varias veces: “Desde los inicios del Concilio Vaticano II, Juan XXIII tuvo una percepción muy clara: la Iglesia tenía que cambiar. Pablo VI coincidió y continuó, al igual que los Papas que los sucedieron. No se trata solamente de cambiar de moda, se trata de un cambio de crecimiento y en favor de la dignidad de las personas. Y ahí está la progresión teológica, de la teología moral y todas las ciencias eclesiásticas, incluso la interpretación de las escrituras, que han ido progresando de acuerdo al sentir de la Iglesia. Siempre en armonía”.