Francisco agradece al cardenal español Luis Ladaria su labor como Prefecto de la Doctrina de la Fe
El Santo Padre ha ido al Dicasterio para la Doctrina de la Fe para agradecer al jesuita español su trabajo. Tucho Fernández tomará su relevo a mediados de septiembre
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El Papa Francisco se ha encontrado en la mañana de este martes, 5 de septiembre, con el cardenal español Luis Francisco Ladaria para agradecerle su trabajo y servicio como Prefecto del Dicasterio de la Doctrina de la Fe. Un puesto que ha ostentado desde el 1 de julio de 2017, y que a partir de mediados de septiembre pasará a ocupar el argentino Tucho Fernández.
Fue el pasado 1 de julio cuando se hizo público que el Santo Padre había nombrado al arzobispo de La Plata nuevo Prefecto de Doctrina de la Fe. El prelado, de 60 años, es el primer nombramiento de nacionalidad argentina del Papa para una alta responsabilidad en la Curia Romana.
En el comunicado vaticano, el Pontífice agradecía su trabajo al cardenal Luis Francisco Ladaria Ferrer tras finalizar su mandato. En la carta enviada por Francisco a Tucho Fernández, le indicaba que “te encomiendo una tarea que considero muy valiosa. Tiene como finalidad central custodiar la enseñanza que brota de la fe para dar razón de nuestra esperanza, pero no como enemigos que señalan y condenan. El Dicasterio que presidirás en otras épocas llegó a utilizar métodos inmorales. Fueron tiempos donde más que promover el saber teológico se perseguían posibles errores doctrinales. Lo que espero de vos es sin duda algo muy diferente”, se podía leer en la misiva.
En una entrevista concedida a la 'Linterna de la Iglesia' el pasado 7 de julio, Tucho Fernández explicaba que las prioridades que va a tener cuando asuma este cargo como Prefecto de la Doctrina de la Fe "serán aplicar los criterios que me indica ahí Francisco, que son profundamente renovadores, sin hacer ninguna revolución en el Dicasterio, que tiene sus procedimientos. Francisco me dice que se trata de 'cuidar la fe', y se la cuida más desarrollando el pensamiento que controlándolo; madurándola, haciéndola crecer, que controlando. Y la carta dice que hay un criterio fundamental: que no se puede nunca poner en duda el poder y la misericordia de Dios", aseveraba.