Francisco besa el tatuaje con el número de prisionera de una superviviente de un campo de concentración

Como cada miércoles, el Papa Francisco ha celebrado la Audiencia General en el Patio de San Dámaso, ya que las restricciones por covid-19 aún impiden que tenga lugar, como antes de la pandemia, en la Plaza de San Pedro.

Durante su habitual encuentro con los fieles que han asistido a la Audiencia en el Vaticano, se ha producido un momento especialmente emotivo, que pone de manifiesto una vez más la cercanía del Pontífice. En este caso, la protagonista era una señora de avanzada edad, Lidia Maksymowicz, que había logrado sobrevivir como prisionera en un campo de concentración nazi. La mujer portaba un tatuaje en el brazo derecho con el número de prisionera.

Francisco se ha mostrado muy cariñosa con ella, y procedió tras compartir unas palabras con ella a besar el tatuaje. Un bello gesto del sucesor de Pedro del que fueron testigos los asistentes a la Audiencia, emocionados por estar cerca del máximo representante de la Iglesia Católica. Un momento que han inmortalizado algunos medios de comunicación, como la corresponsal de ABSIDE MEDIA en el Vaticano, Eva Fernández.

Durante la catequesis, el Papa Francisco ha expresado que es a través de la oración como nos convertimos: "En la oración es Dios quien nos convierte. A veces parece que no nos escucha, pero sus tiempos no son los nuestros. La fe es lo que sostiene la oración. Hay que pedir la gracia de crecer en la fe para que nuestros deseos tengan como fin la mayor gloria de Dios”, manifestaba el Santo Padre.