Francisco elogia a Benedicto XVI en la primera entrevista que concede tras su muerte: "Perdí a un papá"
En la entrevista a 'The Associated Press', el Papa habla sobre su estado de salud, las relaciones con China o la etapa que se abre en su Pontificado tras la muerte de Benedicto XVI
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Su estado de salud, la figura de Benedicto XVI o la nueva etapa que se abre en la Iglesia tras la muerte de su antecesor, han sido algunos de los asuntos que ha abordado el Papa Francisco en una entrevista concedida a la agencia de noticias 'The Associated Press', la primera que ha concedido a un medio en lo que llevamos de 2023 y, por consiguiente la primera que realiza tras el fallecimiento de Ratzinger.
El obispo de Roma ha asegurado que su estado de salud es bueno, teniendo en cuenta que es una persona de 86 años. A los dolores de rodilla que le han restado movilidad en el último año, se suma nuevamente el problema de la diverticulosis en el colon por la que fue operado en julio de 2021
“Puedo morir mañana, pero vamos, está controlado. De salud estoy bien”, ha aseverado en la entrevista en 'The Associated Press'.
Las especulaciones sobre su estado de salud han llevado a muchos a pensar que Francisco podría renunciar a la Cátedra de Pedro como hiciera Benedicto XVI. Una posibilidad que, argumentan algunos, habría ganado fuerza tras la muerte de Ratzinger.
En este sentido, ha reconocido que el alemán “abrió la puerta” a futuras renuncias y que él también lo consideraría. Como ya ha manifestado en otras entrevistas, ha reiterado que en caso de renunciar sería obispo emérito de Roma y viviría en la residencia para sacerdotes retirados en la diócesis de Roma.
Francisco, sobre la muerte de Benedicto XVI: “Perdí a un papá”
Sobre la figura de su antecesor, ha elogiado su “señorío” y ha confesado que con su muerte, “perdí un papá”. “Para mí era una seguridad frente a una duda, pedir el auto e ir hasta el monasterio y preguntar. Yo perdí a un buen compañero”, ha expresado en la entrevista con la agencia de noticias.
Asimismo, Francisco ha sido preguntado por una posible regulación de las 'jubilaciones' papales que reclaman algunos cardenales y abogados canónicos, ya que consideran que las normas deben dejar claras que sólo hay un papa regente, por el bien de la unidad de la Iglesia: “No se me ocurrió. Le digo la verdad”, y ha agregado que para acometer este asunto el Vaticano necesita más experiencia con papas retirados para “regularizar más o reglamentar más”.
“Él todavía era esclavo, entre comillas, de un papa, ¿no? De la visión de un papa, de un sistema. Esclavo en el sentido bueno de la palabra. En el que no era del todo libre, como quizás hubiera querido él volver a su Alemania y seguir desde ahí estudiando teología”, ha manifestado.
El Papa opta por que se verbalicen las críticas para que “vayan bien las cosas”
Sobre las críticas que ha recibido a raíz del fallecimiento del Papa emérito, el Pontífice las describe “como la urticaria, que molesta un poquito”, aunque prefiere que sea así antes de que mantengan el silencio “porque eso quiere decir que hay libertad para hablar”, asegura.
“Si no es así, se engendra una dictadura de la distancia, que lo llamo, donde el emperador está allí y nadie le puede decir nada. No, que digan, porque la compañía, la crítica, ayuda a crecer y a que vayan bien las cosas”, ha continuado con su argumento, refiriéndose sin nombrarles al que fue secretario personal de Benedicto XVI, Georg Gänswein o a cardenal George Pell.
El Papa asegura que el Vaticano continúa dando pasos con China
Los acercamientos diplomáticos entre China y el Vaticano fue otro de los asuntos que ha tratado Francisco con 'The Associated Press'. En este sentido, el Papa ha asegurado que “vamos dando pasos”, si bien reconoce que cada nominación de obispo “se mira con lupa”, aunque celebra que “no se rompe el diálogo” entre las partes. “A veces son un poco cerrados, a veces no”, ha puntualizado sobre las autoridades chinas.
Francisco critica duramente las legislaciones contra el colectivo homosexual
Durante la conversación, el Sucesor de Pedro ha sido duro contra las leyes que criminalizan la homosexualidad, recordando que “ser homosexual no es un delito” y ha pedido a los obispos de todo el mundo que apoyen las leyes que acojan a este colectivo en la Iglesia.
“También el obispo tiene un proceso de conversión”, dijo, añadiendo que debían mostrar “ternura, por favor, ternura, como la tiene Dios con cada uno de nosotros”. En este sentido, se ha referido a la homosexualidad como un “pecado”, pero ha atribuido esas actitudes a contextos culturales y dijo que los obispos en particular también deben pasar por un proceso de cambio para reconocer la dignidad de todos.
Y es que se estima que 67 países penalizan las relaciones sexuales consensuadas entre personas del mismo sexo y once de ellos pueden aplicar o aplican la pena de muerte, según 'The Human Dignity Trust'.
A este respecto, Francisco ha declarado esas normas como “injustas” y ha comentado que la Iglesia debe trabajar para ponerles fin. Asimismo, el Santo Padre ha citado el catequismo de la Iglesia para señalar que los homosexuales deben ser recibidos y respetados, y no deben verse marginados ni discriminados: “Somos todos hijos de Dios y Dios nos quiere como estamos y con la fuerza que luchamos cada uno por nuestra dignidad”, ha dicho.