Kazajistán: El país al que el Papa viajará el 13 de septiembre

A caballo entre Europa y Asia, al sur de Rusia y al oeste de China se encuentra Kazajistán, el país al que el Papa Francisco viajará del 13 al 15 de septiembre para participar en el VII Congreso Mundial de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales y, como es habitual, expresar su cercanía a la pequeña comunidad católica.

Kazajistán es un país desconocido para muchos. En las próximas líneas intentaremos descubrir alguna de sus características más interesantes para poner en contexto el viaje del Papa Francisco.

1. Kazajistán es el noveno país más extenso del mundo

Kazajistán es la mayor república de Asia Central y el noveno país más grande del mundo, con una población de apenas 19 millones de habitantes (menos de la mitad que España). En el país conviven cerca de 130 etnias o nacionalidades distintas y hasta 18 confesiones religiosas están registradas oficialmente en el país.

A pesar de su inmenso territorio (limita con China, Kirguistán, Uzbekistán, Rusia y Turkmenistán) es uno de los países menos poblados, con menos de siete habitantes por kilómetro cuadrado. A diferencia de las repúblicas vecinas del sur, tras la caída de la Unión Soviética, Kazajistán consiguió situarse como líder de la región con el mayor PIB per cápita de la zona. El país de la “Gran Estepa” posee abundantes recursos naturales. Por ejemplo, en sus suelos están presentes los 99 elementos de la tabla periódica; además de extraer petróleo y gas, es el mayor productor de uranio del mundo.

La frontera terrestre entre Kazajistán y Rusia es la segunda frontera internacional más larga del mundo con 6.846 km de extensión después de la que transcurre entre Canadá y los Estados Unidos. Por gran parte de su territorio atraviesa la Ruta de la Seda.

"Tierra de los kazajos"

La lengua rusa es, junto con el kazajo, el idioma oficial de Kazajistán y el 23% de su población es de etnia rusa.

El nombre del país se traduce por “Tierra de los kazajos”. Kazajo es una palabra que se deriva de una antigua palabra turca que quiere decir “espíritu libre”.

Kazajistán alberga en su interior dos de los lagos más grandes del mundo, el Mar Caspio, considerado el lago de agua salada más grande del mundo y el Mar de Aral, que debido a la desviación de los dos principales ríos que se encargaban de alimentarlo comenzó a secarse y hoy en día, no ocupa ni la décima parte de lo que fue.

2. Un país en el que los católicos apenas representan el 1% de la población entre una mayoría musulmana

La prioridad del Papa Francisco en su 38ª viaje apostólico internacional es fortalecer al 1% de católicos entre los casi 19 millones de habitantes del país, que es aproximadamente un 74% musulmán y un 25% cristiano, principalmente ortodoxo ruso, dependientes, por lo tanto, del patriarcado ortodoxo ruso.

Los católicos son, en cifras, apenas 200.000 fieles repartidos por todo el territorio. La evangelización comenzó por parte de misioneros nestorianos y los primeros datos históricos que testifican la presencia de católicos con parroquias y comunidades estables data del S. XIV. La Administración Apostólica de Kazajstán fue creada en 1991, con la independencia del país tras la dura persecución del régimen estalinista.

La primera ordenación de un sacerdote de origen kazajo tuvo lugar en 2006. En 2020, el Papa Francisco erigió la primera basílica menor del país. Hasta el momento no hay ningún cardenal creado para Kazajistán. La configuración eclesiástica se divide en 4 diócesis y una administración apostólica: Astaná, Almati, Karangada y Atirao sobre el Mar Caspio.

Libertad de culto

Desde la independencia del país de la Unión Soviética, Kazajistán restableció las libertades básicas, entre ellas la libertad de culto. A partir de ahí se crearon cientos de mezquitas, iglesias, sinagogas y edificios religiosos, y la práctica religiosa ha ido en aumento exponencialmente.

Los católicos de Kazajistán pertenecen a diez nacionalidades diferentes, incluyendo también representantes de la nación kazaja. Ya no se nos puede llamar, como antes, Iglesia "alemana" o "polaca".

La visita del Papa se dará además a casi 21 años del recordado viaje de Juan Pablo II en septiembre de 2001, apenas días después del atentado a las Torres Gemelas en Nueva York.

3. Contexto geopolítico en el que se desarrolla el viaje del Papa Francisco a Kazajistán

En estos momentos las relaciones entre Rusia y Kazakjstán son complicadas. Recientemente el presidente Tokaev ha reclamado con orgullo la neutralidad y la independencia de su país y llegó incluso a negar la soberanía rusa sobre Crimea y el Donbass en un encuentro público cara a cara con el propio Putin durante el último Foro Económico de San Petersburgo.

La llegada de Francisco a Kazajistán coincide con la celebración de un referéndum el pasado mes de junio en el que se aprobó la reforma constitucional con más de 77 por ciento de apoyos. De esta forma el país “entierra” la era del antiguo presidente Nazarbayev, en el poder durante tres décadas, y se dan por zanjado, al menos en apariencia, los disturbios que a principios de año dejaron más de 230 muertos.

Desde el mes de junio y gracias a la nueva constitución la pena de muerte está prohibida en el país. Una decisión histórica para el país más grande de Asia Central, que de hecho había suspendido la aplicación de la pena capital desde 2003, a través de una moratoria decretada por el entonces presidente Nursultan Nazarbayev.

Los disturbios estallaron como consecuencia de la subida de los precios del gas licuado y se expandieron rápidamente por todo Kazajistán, una nación rica en hidrocarburos donde el salario mensual medio ronda los 250.000 tenges (algo más de 500 euros). Para solventar los disturbios el presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokaev, pidió ayuda a Moscú.

Los analistas aseguran que el verdadero motivo de los disturbios fue la brecha social, económica y política que existe entre una elite corrupta constituida en su mayoría por los antiguos cargos comunistas, que se enriquecieron rápidamente después de la independencia de Kazajistán de la URSS en 1991 gracias a los recursos naturales del país (gas, petróleo, uranio), y la extensa clase media baja que no tuvo acceso a esa distribución de la riqueza.

El objetivo del Kremlin es mantener su influencia en Asia Central y seguir ejerciendo su papel de “protector” en la región. Para Rusia, ésta representa una de las claves de su seguridad nacional, ya que comparte con Kazajistán 6.846 kilómetros de frontera.

Kazajistán continúa siendo un país clave en el largo proceso de desintegración de la URSS y la pérdida de influencia de Rusia en el espacio postsoviético.