Los viajes del Papa, en las pantallas del Festival de Venecia: "Esta película hay que verla en este momento"
En el documental "In viaggio", Gianfranco Rosi encuadra los viajes del pontífice entre sus dos cintas más aplaudidas: los documentales "Fuocoammare" y "Notturno"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los reiterados llamamientos por la paz del Papa Francisco a lo largo y ancho del planeta se colaron este lunes en el Festival de Venecia con el documental "In viaggio" de Gianfranco Rosi y sonaron más oportunos que nunca ante el regreso de la guerra a Europa.
"Me fascinaba la idea de un Papa constantemente en movimiento que abandona los muros del Vaticano para acudir a estos rincones del planeta, a los lugares más golpeados por los dramas de nuestro tiempo", refirió el realizador en una rueda de prensa. Rosi encuadra los viajes del pontífice entre sus dos cintas más aplaudidas: los documentales "Fuocoammare" (2016), sobre el drama migratorio en el Mediterráneo y con el que ganó el Oso de Oro de la Berlinale, y "Notturno" (2020), sobre la guerra en Oriente Medio.
"Me di cuenta de que entre una y otra había años de viajes papales y entonces la idea surgió espontánea", explicó. No obstante, en su producción, presentada fuera de concurso en el Festival, el realizador no sigue en persona a Francisco sino que por primera vez en su carrera se limita a usar exclusivamente imágenes de archivo, seleccionadas entre más de 600 horas de material.
De hecho, el documentalista aseguró que nunca tuvo la intención de entrevistar al Papa pues por regla no incluye declaraciones en sus obras: "Nunca quise hacer preguntas sino encontrar las respuestas en la vida que transcurre ante mi objetivo", indicó. "El suyo es un peregrinaje inverso porque hace un tiempo eran los peregrinos los que viajaban a Roma y ahora es el Papa quien nos lleva a los sitios más escondidos del mundo y nos pone en contacto con situaciones a menudo dramáticas", elogió Rosi.
Francisco se convirtió en 2013 en el primer Papa latinoamericano y jesuita de la historia y desde el primer momento, desde la misma "fumata blanca", proclamó su interés por los últimos de la sociedad. "Acuérdate de los pobres", le susurró su amigo, el cardenal brasileño Claudio Hummes, cuando en el cónclave que lo eligió tuvo que elegir un nombre pontificio. Y así, Jorge Mario Bergoglio eligió Francisco, como el santo "poverello" de Asís.
Desde entonces, en estos nueve años de ministerio, aquel papa llegado "del fin del mundo" ha hecho 37 viajes con los que ha visitado 56 países de todo el mundo: desde el corazón de África a la lejana Oceanía o acercando posturas entre Cuba y Estados Unidos. Todo para expandir sus mensajes de acogida, de solidaridad, de tolerancia y paz, así como sus condenas de la "globalización de la indiferencia", la pobreza, la guerra o la venta de armas (aún resuenan sus críticas ante los congresistas en Washington, por ejemplo).
Asimismo se ve al Papa recorrer - incluso con chubasquero - países remotos en los que el catolicismo es una minoría o comprometerse personalmente a combatir la lacra de la pederastia en la Iglesia.
Sus llamamientos de paz son todavía más pertinentes en un momento en el que la guerra ha vuelto a asustar a Europa a raíz de la invasión rusa de Ucrania, razón por la que la Bienal, que organiza el festival veneciano, ha vetado a artistas vinculados al Kremlin. "Creo que esta película hay que verla en este momento", alegó el realizador.
"In Viaggio" sin embargo no consiste en una mera hagiografía y no pretende elogiar simplemente, sino que también permite entrever el carácter de Bergoglio y algunos de los errores que él mismo ha reconocido y por los que tuvo que disculparse públicamente. Como cuando indignó a Chile por defender y pedir una "prueba" contra el obispo Juan Barros, acusado de haber encubierto al sacerdote condenado por abusos sexuales Fernando Karadima, al que poco después empujaría a dimitir.