Durante la Misa por los Migrantes en el Vaticano

El Papa agradece públicamente la labor de los socorristas españoles en el Mar Mediterráneo

Francisco ha concluido su homilía con unas palabras en español dirigidas a los socorristas y a los refugiados que han asistido a la Misa desde España.

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El Papa agradece públicamente la labor de los socorristas españoles en el Mar Mediterráneo

Natxo de Gamón

Publicado el - Actualizado

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Durante la Misa por los Migrantes que el Papa Francisco ha celebrado esta mañana en la Basílica de San Pedro del Vaticano, en el tercer aniversario de su viaje a Lampedusa, epicentro de la llegada de inmigrantes en Italiael Pontífice ha tenido un recuerdo especial para los socorristas españoles que trabajan en el Mar Mediterráneo tratando de salvar las vidas humanas de aquellos que huyen del norte de África a bordo de pateras, cayucos y otras embarcaciones precarias.

“Deseo concluir con algunas palabras en español, dirigidas particularmente a los fieles que han venido de España” ha dicho el Papa, antes de proseguir con su agradecimiento “por encarnar hoy la parábola del Buen Samaritano, quien se detuvo a salvar la vida del pobre hombre golpeado por los bandidos, sin preguntarle cuál era su procedencia, sus razones de viaje o sus documento: simplemente decidió hacerse cargo y salvar su vida”.

Francisco también se ha dirigido en español a los migrantes que se encuentran en nuestro país. “Quiero reiterar mi solidaridad y aliento, ya que conozco bien las tragedias de las que se están escapando” ha explicado el Papa.

Papa Francisco: "Las respuestas no han sido suficientes"

“Les pido que sigan siendo testigos de la esperanza en un mundo cada día más preocupado de su presente, con muy poca visión de futuro y reacio a compartir, y que con su respeto por la cultura y las leyes del país que los acoge, elaboren conjuntamente el camino de la integración” ha concluido Francisco.

El Papa también ha asegurado en su homilía que "la única respuesta sensata es la solidaridad y la misericordia". Han pasado cinco años desde que Francisco eligió como su primer viaje la pequeña isla de Lampedusa, a sólo 113 kilómetros de las costas africanas, símbolo del drama de la inmigración, pero desde entonces las respuestas "no han sido suficientes"

El Papa ha destacado  en su homilía que desde Lampedusa preguntó a toda la humanidad: "¿Dónde está tu hermano?", pero que las respuestas a este llamamiento "aunque generosas, no han sido suficientes y nos encontramos llorando hoy a miles de muertos".

Según la Organización internacional de las Migraciones (OIM), en lo que va del año han perdido la vida en el Mediterráneo cerca 1.500 personas, 200 de ellas en los últimos días al hundirse el bote en el que iban sin que nadie pudiera socorrerlos.

Francisco también ha denunciado la "tentación bien presente en nuestros días que se traduce en cerrarse ante los que tienen derecho, como nosotros, a la seguridad, a una condición digna y que construye muros, reales o imaginarios, en vez de puentes".

En los bancos de la Basílica de San Pedro este viernes se han sentado decenas de refugiados, entre ellos dos familias, una de Costa de Marfil y otra de Nigeria; dos jóvenes de Irak, una mujer somalí, una madre nigeriana con sus hijos y tres refugiados llegados de MaliNigeria y Camerún, como explicó la Fundación Astali, de los jesuitas, que se ocupa de la acogida de inmigrantes.