El Papa anima a los movimientos para la defensa de la vida: "¡Es un regalo de Dios, sagrada e inviolable!"

El Papa Francisco, tras rezar el Regina Caeli en este domingo, 22 de mayo, dedicó algunas palabras a la beatificación de Pauline Jaricot, fundadora de la Obra de la Propagación de la Fe, germen del Domund y se refirió también a la difícil situación que viven los cristianos en China.

Sobre la beatificación de Pauline esta tarde en Lyon, el Papa afirmó que “esta fiel laica, que vivió en la primera mitad del siglo XIX, fue una mujer valiente, atenta a los cambios de los tiempos con una visión universal de la misión de la Iglesia. Que su ejemplo suscite en todos el deseo de participar, con la oración y la caridad, en la difusión del Evangelio en el mundo”.

El Santo Padre se refirió también al comienzo de la Semana Laudato Sí' que empieza este mismo domingo: “Esta semana sirve para escuchar, cada vez con más atención, el grito de la Tierra, y ojalá nos impulse a actuar juntos por el cuidad de nuestra Casa Común”.

El mensaje para la Iglesia en China

Asimismo, el Papa Francisco animó este domingo a la Iglesia de China a vivir "en comunión", con libertad y tranquilidad, con la Iglesia universal para contribuir al "progreso espiritual y material" de la gente.

"Sigo con atención y participación la vida y los acontecimientos, a menudo dificiles, de los fieles y de los pastores, y rezo por ellos todos los días. Os invito a uniros a mí en oración para que la Iglesia en China, en libertad y tranquilidad, viva en comunión efectiva con la Iglesia universal y cumpla su misión de anunciar el Evangelio a todos, contribuyendo así también positivamente al progreso espiritual y material de la sociedad", señaló el Pontífice.

"¡La vida es un regalo de Dios!"

Al final de los saludos, el Papa dio las gracias a los participantes en la manifestación nacional “Elegimos la vida” en Roma: “Os agradezco vuestro compromiso en favor de la vida y en defensa de la objeción de conciencia, cuyo ejercicio tratan muchas veces de limitar. Desgraciadamente, en los últimos años se ha producido un cambio en la mentalidad común y hoy en día nos inclinamos cada vez más a pensar que la vida es un bien a nuestra total disposición, que podemos elegir manipularla, dar a luz o morir como nos apetece. ¡Recordemos que la vida es un regalo de Dios! Siempre es sagrada e inviolable, y no podemos silenciar la voz de la conciencia”.