El Papa, en el día de la Ascensión: "El cielo es nuestra casa, es el lugar al que Jesús ha ido a prepararnos"
Francisco ha rezado el Regina Coeli en una Plaza San Pedro llena de fieles: "Jesús ha llevado nuestra humanidad al cielo, es decir a Dios"
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El Papa Francisco ha presidido este domingo 21 de mayo, Ascensión del Señor, el rezo del Regina Coeli: “Es una fiesta que conocemos bien, pero que puede hacer surgir algunas preguntas, al menos dos. La primera: ¿por qué celebrar la partida de Jesús de la tierra? ¡Su despedida parecería un momento triste, no algo por lo que estar alegre! Y una segunda pregunta: ¿qué hace ahora Jesús en el cielo, por qué es importante que esté ahí? Por qué celebramos y qué hace Jesús ahora: estas son las dos preguntas que nos ayudan a entender lo que celebramos”.
Sobre la primera pregunta, el Santo Padre tiene claro que con la Ascensión “sucedió algo nuevo y hermoso: Jesús ha llevado nuestra humanidad al cielo, es decir a Dios. Esa humanidad, que había tomado en la tierra, no se ha quedado aquí, ha subido a Dios y estará ahí para siempre”.
“Hoy celebramos “la conquista del cielo”; hoy no solo “tocamos el cielo con un dedo”, como se dice en los momentos de gran felicidad, sino con toda nuestra carne. El cielo ya no es distante, es nuestra casa, es el lugar al que Jesús ha ido a prepararnos. Él nos ha abierto el camino y nosotros podemos seguirlo, y vivir para siempre en el paraíso como hijos del Padre”, ha dicho Francisco en el Regina Coeli.
Sobre la segunda pregunta, el Papa ha respondido que Jesús está en el cielo para mostrarle “continuamente nuestra humanidad, las llagas que ha sufrido por nosotros; “trabaja”, por así decir, como nuestro abogado ante el Padre. Por eso no nos ha dejado solos”.
“En una palabra, por tanto, intercede; está en el mejor “lugar”, delante del Padre suyo y nuestro, para interceder por nosotros. Y por tanto, espera que le presentemos las situaciones, los problemas, las personas, pero también las miserias y los pecados, para obtener perdón y misericordia, y mandar sobre nosotros su amor y el del Padre, el Espíritu Santo”, ha dicho Francisco.
Por último, y como ya es tradición durante el rezo del Regina Coeli, Francisco ha dejado algunas preguntas para los fieles: “¿Yo intercedo, “sumerjo” en Dios a las personas que conozco, a las que me encomiendan sus problemas, las que atraviesan momentos difíciles? ¿Me hago intercesor por ellos ante Jesús, que espera mi oración para donar su Espíritu a los que le presento? ¿Llevo al Señor mis fatigas, pero también las de la Iglesia y el mundo? La Reina del cielo nos ayude a interceder con la fuerza de la oración”.