El Papa Francisco en el Ángelus: "Si la Palabra de Dios es la semilla, nosotros somos el terreno"
El Papa ha reflexionado sobre el Evangelio de este domingo y ha animado a "sembrar sin cansarnos": "¿Me preocupo solo por recoger para mí o también de sembrar para los otros?"
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En una soleada Plaza San Pedro, el Papa Francisco ha rezado el Ángelus con los fieles presentes y ha reflexionado sobre el Evangelio de este domingo que nos presenta la parábola del sembrador: “La de la “siembra” es una imagen muy hermosa, que Jesús usa para describir el don de su Palabra”
Francisco ha pedido a los fieles imaginar el Evangelio como un “
. Por tanto, si la Palabra es la semilla, nosotros somos el terreno: podemos recibirla o no. Pero Jesús, “
”, no se cansa de sembrarla con generosidad”.
¿Cómo hacerlo? Francisco ha dado algunos ejemplos tras el rezo del Ángelus. En primer lugar ha hablado a los padres: “Ellos siembran el bien y la fe en los hijos, y están llamados a hacer sin desanimarse si a veces estos parecen no entenderlos y no apreciar sus enseñanzas”. Si cediendo a la desconfianza, “renuncian a sembrar y dejan a los hijos a merced de las modas y del móvil, sin dedicarles tiempo, sin educarles, entonces el terreno fértil se llenará de malas hierbas”.
Tras haber reflexionado sobre los padres, Francisco también ha hablado sobre los jóvenes: “También ellos pueden sembrar el Evangelio en los surcos de la vida cotidiana. Por ejemplo, con la oración: es una pequeña semilla que no se ve, pero con la cual se encomienda a Jesús todo lo que se vive, y así Él puede hacerlo madurar”. Asimismo, también se puede sembrar el Evangelio dedicando el tiempo a los otros o durante el estudio, “que es cansado y no es inmediatamente satisfactorio […] pero es esencial para construir un futuro mejor para todos”.
Por último, ha dedicado algunas palabras a los sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos en el anuncio: “No olvidemos nunca, cuando anunciamos la Palabra, que también donde parece que no sucede nada, en realidad el Espíritu Santo está trabajando y el reino de Dios ya está creciendo, a través y más allá de nuestros esfuerzos. Por eso, ¡adelante con alegría!”.
Como también lo ha hecho en otras ocasiones, Francisco ha dejado algunas preguntas para los fieles que estaban en la Plaza San Pedro: “¿Yo siembro el bien? ¿Me preocupo solo por recoger para mí o también de sembrar para los otros? ¿Lanzo algunas semillas del Evangelio en la vida de todos los días: estudio, trabajo, tiempo libre? ¿Me desanimo o, como Jesús, sigo sembrando, también si no veo resultados inmediatos?”.