El Papa Francisco clama por un pacto educativo que unan a la familia, la escuela y la cultura

El Sumo Pontífice alerta que el pacto educativo está roto, y solo puede recomponerse a través de "un renovado esfuerzo de generosidad y acuerdo universal"

El Papa Francisco clama por un pacto educativo que unan a la familia, la escuela y la cultura

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

El Papa Francisco ha lamentado la ruptura del pacto educativo que "se da entre la familia, la escuela, la patria y el mundo, la cultura y las culturas". "Hoy está en crisis, está roto", ha asegurado al recibir a los 40 participantes en el Seminario organizado por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales sobre 'Educación: el pacto mundial'.

"Está roto, y muy roto, y no se puede pegar o recomponer, no se puede zurcir, sino a través de un renovado esfuerzo de generosidad y acuerdo universal", ha reiterado, por lo que ha afeado que sociedad, familia e instituciones llamadas a educar delegan esta tarea en otros, "evadiendo así la responsabilidad las diversas instituciones básicas y los mismos estados que hayan claudicado de este pacto educativo".

"Es necesario unir esfuerzos para alcanzar una alianza educativa amplia con vistas a formar personas maduras, capaces de reconstruir el tejido relacional y crear una humanidad más fraterna", ha añadido el Pontífice que ha defendido que pensar en la educación "es pensar en las generaciones futuras".

Por ello, ha apelado a "rehacer un nuevo pacto educativo, porque solamente así podrá cambiar la educación". "Y, para eso, hay que integrar los saberes, la cultura, el deporte, la ciencia, el esparcimiento y la recreación; para eso, hay que tender puentes de conexión, saltar el 'chiquitaje', que nos encierra en nuestro pequeño mundo, y salir al mar abierto global respetando todas las tradiciones", ha apostillado.

"Sólo así --ha prosiguido-- se podrá promover una cultura del diálogo, del encuentro y de una mutua comprensión, de modo pacífico, respetuoso y tolerante. Una educación que capacita para identificar y fomentar los verdaderos valores humanos dentro de una perspectiva intercultural e interreligiosa".

Y para esto "la familia necesita ser valorada en el nuevo pacto educativo, puesto que su responsabilidad ya comienza en el vientre materno, en el momento del nacimiento. Pero las madres, los padres -- los abuelos-- y la familia en su conjunto, en su papel educativo primario, necesitan ayuda para comprender, en el nuevo contexto global, la importancia de esta temprana etapa de la vida, y estar preparados para actuar en consecuencia", ha aseverado.

DESIGUALDAD EN LA EDUCACIÓN

El Papa también ha asegurado que, "a pesar de los objetivos y metas formulados por la Organización de las Naciones Unidas y otros organismos, y de los importantes esfuerzos realizados por algunos países, la educación sigue siendo desigual entre la población mundial".

"La pobreza, la discriminación, el cambio climático, la globalización de la indiferencia, las cosificaciones del ser humano marchitan el florecimiento de millones de criaturas. De hecho, representan para muchos un muro casi infranqueable que impide lograr los objetivos y las metas de desarrollo sostenible y garantizado que se han propuesto los pueblos", ha denunciado.

Asimismo, ha afirmado que "la educación básica es hoy un ideal normativo en el mundo entero", aunque ha indicado que "cada generación debería reconsiderar cómo transmitir sus saberes y sus valores a la siguiente, ya que es a través de la educación que el ser humano alcanza su máximo potencial y se convierte en un ser consciente, libre y responsable".

"Educar no es solamente trasmitir conceptos, sino que es una labor que exige que todos los responsables de la misma --familia, escuela e instituciones sociales, culturales, religiosas-- se impliquen en ella de forma solidaria", ha explicado el Papa, que ha puntualizado que "para educar hay que buscar integrar el lenguaje de la cabeza con el lenguaje del corazón y el lenguaje de las manos".

"Al fomentar el aprendizaje de la cabeza, del corazón y de las manos, la educación intelectual y socioemocional, la transmisión de los valores y las virtudes individuales y sociales, la enseñanza de una ciudadanía comprometida y solidaria con la justicia, y al impartir las habilidades y el conocimiento que forman a los jóvenes para el mundo del trabajo y la sociedad, las familias, las escuelas y las instituciones se convierten en vehículos esenciales para el empoderamiento de la próxima generación", ha subrayado.

Por último, el Pontífice también ha rendido homenaje a los docentes, "los siempre mal pagados, porque ante el desafío de la educación siguen adelante con valentía y tesón". En este punto, los ha calificado de "artesanos" de las futuras generaciones al destacar que "con su saber, paciencia y dedicación van transmitiendo un modo de ser que se transforma en riqueza, no material, sino inmaterial", y de este modo "se va creando al hombre y mujer del mañana", lo que conlleva "una gran responsabilidad".

"Y para respaldar y promover este proceso, es necesario que tengan a disposición los recursos nacionales, internacionales y privados adecuados de manera que, en todo el mundo, puedan cumplir sus tareas de manera efectiva", ha concluido.