El Papa Francisco: “Las escuelas y las universidades son espacios privilegiados para la integración”
El Santo Padre explicó en un Congreso que "las universidades pueden contribuir a identificar y sentar las bases para construir una sociedad intercultural"
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El Papa ha participado este jueves en el Congreso “Iniciativas en la educación de refugiados y migrantes”, organizado por la Pontificia Universidad Gregoriana. En su discurso ha abordado puntos como la facilitación del reconocimiento de títulos de estudio, las becas, la formación de los operadores y profesores que trabajan con los migrantes y refugiados, así como programas específicos que valoren su riqueza.
Investigación, el “derecho a no emigrar”
En cuanto a la investigación, el Santo Padre subrayó la importancia de seguir estudiando el llamado "derecho a no emigrar", las causas de los flujos migratorios y las formas de violencia que impulsan a las personas a marcharse a otros países. Entre estas últimas destacó no sólo los conflictos, sino también los abusos que se realizan al planeta, como la contaminación y la sobreexplotación de sus recursos, que vuelven inhabitables las tierras. “El mundo académico, en particular el católico, está llamado a desempeñar un papel de liderazgo para dar respuestas a los desafíos ecológicos”, añadió.
Escuelas y universidades: espacios privilegiados para la integración
Según el Papa, “queda mucho por hacer”, si bien se ha hecho mucho, en el ámbito de la enseñanza. Aprovechando la red académica internacional, el Pontífice destacó que "las universidades pueden facilitar el reconocimiento de títulos y competencias profesionales de los migrantes y refugiados, en beneficio también de las sociedades de acogida”. Porque “las escuelas y universidades son espacios privilegiados no sólo para la enseñanza, sino también para el encuentro y la integración”.
Justicia global
“Las universidades católicas están llamadas a formar a sus estudiantes, que mañana serán administradores, empresarios y creadores de cultura, en una lectura atenta del fenómeno migratorio, en una perspectiva de justicia global y de corresponsabilidad y comunión en la diversidad”.
Promoción social, construir una sociedad intercultural
En relación a la promoción social, Francisco observó que la universidad “puede contribuir a identificar y sentar las bases para construir una sociedad intercultural, en la que las diversidades étnicas, lingüísticas y religiosas se consideren una ventaja y no un obstáculo para el futuro común”. Contando también con que “son un escenario privilegiado para promover el voluntariado entre los jóvenes en favor de los refugiados, solicitantes de asilo y migrantes vulnerables”.
Valorar la aportación de los migrantes
Por último Francisco ha señalado que la historia nos enseña que la aportación de los migrantes y refugiados ha sido fundamental para el crecimiento social y económico de nuestras sociedades. Y la aportación de los migrantes “podría ser mucho mayor si se valorara y se apoyara mediante programas específicos”. “Todas las instituciones educativas están llamadas a ser lugares de acogida, de protección o acompañamiento, de promoción e integración para todos, sin excluir a nadie”, concluyó.