El Papa Francisco muestra su preocupación por la situación en el Caúcaso meridional y en Ucrania: "Recemos"
En el ángelus de este domingo, el Santo Padre ha reclamado "que se emprenda la política del diálogo para poner fin a la violencia
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El Papa Francisco ha mostrado su preocupación en el ángelus de este domingo, 18 de diciembre, por la situación que se está viviendo en el Caúcaso meridional, marcado por diferentes conflictos y tensiones territoriales no resueltos.
La región es como un corredor de transporte de los suministros de energía a Europa de considerable importancia geopolítica y estratégica, pero las tensiones en curso ponen en peligro la seguridad de las personas y constituyen un obstáculo para el desarrollo económico y social. En este contexto, el Santo Padre ha alertado que en los corredores humanitarios de esta zona, “las poblaciones corren el riesgo de deteriorarse ulteriormente”.
Por ello, el Pontifice argentino no ha dudado en demandar a los implicados en este conflicto “que se comprometan por el bien de las personas”, y ha pedido una oración por la paz y el cese de la violencia: “Que se emprenda la política del diálogo”, ha demandado.
Como viene siendo habitual desde que estallara la guerra en Ucrania el pasado mes de febrero, Francisco ha pedido por intercesión de la Virgen María que el conflicto concluya. A su vez, ha pedido a los asistentes en la Plaza de San Pedro y a los fieles que “recemos por los niños, las personas enfermas y los ancianos”, colectivos que están padeciendo esta guerra cruel en el este de Europa.
Antes del ángelus, el obispo de Roma ha recibido en audiencia a un grupo de niños que han sido asistidos por el Dispensario Pediátrico 'Santa Marta' del Vaticano, y ha insistido que “no debemos olvidar a los niños de Ucrania”. El Papa les recordó que “tantos niños sufriendo por la guerra; y también sufren en otras partes por la injusticia”.
Asimismo, el Limosnero del Papa Francisco, el cardenal Konrad Krajewski ha vuelto a Ucrania, esta vez con la misión de entregar las camisetas térmicas y los generadores de corriente que han donado los participantes de la campaña solidaria impulsada por la Santa Sede para que muchas de las víctimas del conflicto bélico puedan hacer frente al invierno.