El Papa pide no enfrentar a los jóvenes con los mayores: "Es una manipulación inaceptable"

El Papa Francisco considera que "poner a los jóvenes en contra de los ancianos es una manipulación inaceptable", según indica en su mensaje para la IV Jornada Mundial de los Abuelos y Ancianos, que se celebrará el próximo 28 de julio.

El Pontífice ha lamentado que se extienda la creencia de que de los ancianos “hacen pesar sobre los jóvenes el costo de la asistencia que ellos requieren”, y califica de “fruto envenenado de la cultura de la confrontación” que se trata de enfrentar a las diferentes generaciones.

Asimimos, en el mensaje del Papa desmiente que los mayores “quitan recursos al desarrollo del país y, por ende, a los jóvenes", tildando esta visión de “distorsionada de la realidad”.

El Papa atribuye el descarte de los mayores a decisiones políticas, económicas o personales

El obispo de Roma afirma además que la soledad y el descarte, las dos lacras a las que se ven abocados millones de ancianos en todo el mundo no son fruto de la casualidad, sino “de deciones políticas, económicas, sociales y personales que no reconocen la dignidad infinita de toda persona", asevera.

Un mal que se produce, a su juicio, “cuando se pierde el valor de cada uno y las personas se convierten en una mera carga onerosa", y "lo peor" es cuando "los mismos ancianos terminan por someterse a esta mentalidad y llegan a considerarse como un peso, deseando ser los primeros en hacerse a un lado".

Todo esto sucede, agrega el Sucesor de Pedro, en un contexto en que "las pertenencias comunes están en crisis y se afirman las individualidades" y "son muchas las mujeres y los hombres que buscan la propia realización personal llevando una existencia lo más autónoma y desligada de los demás que sea posible".

"Cuando se envejece, a medida que las fuerzas disminuyen, el espejismo del individualismo, la ilusión de no necesitar a nadie y de poder vivir sin vínculos se revela tal cual es: uno se encuentra en cambio teniendo necesidad de todo, pero ya solo, sin ninguna ayuda, sin tener a nadie con quien poder contar", alega el Papa.

La pobreza o la guerra, causas de la soledad en millones de ancianos

También lamenta otras causas de la soledad, como que "en muchos países, sobre todo los más pobres, los ancianos están solos porque sus hijos se han visto obligados a emigrar", mientras que en otros lugares en guerra muchos ancianos "se quedan solos porque los hombres, jóvenes y adultos, han sido llamados a combatir".

"En muchas ciudades y pueblos devastados por la guerra, muchas personas mayores se quedan solas, como únicos signos de vida en zonas donde parece reinar el abandono y la muerte", afirma Francisco.

También menciona la realidad de otros lugares del mundo donde "existe una falsa creencia, muy enraizada en culturas locales, que genera hostilidad hacia los ancianos, acusados de recurrir a la brujería para quitar energías vitales a los jóvenes", lo que hace que si muere un joven "la culpa recaiga sobre algún anciano".