El Papa reza ante la Inmaculada por las víctimas de la guerra y madres que vieron morir a sus hijos
El Papa ha rezado por la paz tanto en la Plaza de España como, minutos antes, en la Basílica Santa María la Mayor, donde ha depositado la Rosa de Oro ante la patrona de Roma
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Pasaban las 15.30h de la tarde de este viernes, 8 de diciembre, cuando el Papa Francisco hacía su entrada en silla de ruedas en la Basílica Santa María la Mayor, donde el Pontífice ha rezado ante la patrona de Roma, la Virgen Salud Populi Romani, y ha depositado una Rosa de Oro ante su imagen.
Se trata de la primera salida conocida del Vaticano del obispo de Roma tras una bronquitis diagnosticada el pasado 25 de noviembre y que le ha obligado a cambiar su agenda e incluso a suspender el viaje que tenía previsto el 1 de diciembre a la cumbre climática de Dubái.
Un nutrido grupo de peregrinos y fieles han podido seguir la oración de Francisco en el interior de la basílica y, después, saludó a algunos de los presentes, especialmente a niños y mayores, algunos de ellos con algún tipo de discapacidad.
Este gesto de entregar una Rosa de Oro se remonta a la Edad Media, cuando se depositaba en monasterios, iglesias o imágenes a los pies de una Virgen para reconocer la devoción que se les tiene. La última vez que un Papa lo entregó fue hace 400 años, cuando Julio III y Pablo V hicieron lo propio ante la patrona romana.
El Papa pide a la Virgen de la Inmaculada la paz
Pocos minutos más tarde, el Santo Padre llegaba a la Plaza de España para rezar ante la imagen de la Inmaculada Concepción, patrona de nuestro país, recibido por el alcalde de Roma y el vicario general de la diócesis de Roma, el cardenal Angelo De Donatis. Miles de personas acompañaron al Pontífice en sus plegarias ante la estatua.
Una vez depositada la ofrenda floral frente a la Virgen de la Inmaculada, el Papa comenzaría su oración dirigida a la Virgen, en la que aseguraba que oraba ante ella con “el corazón dividido entre la angustia y la esperanza”.
En su plegaría, Francisco pedía a la Virgen de la Inmaculada que ayudara a los pueblos oprimidos por las injusticias y las guerras. En este sentido, ha pedido mirar por “el pueblo atormentado de Ucrania, por el pueblo palestino y el pueblo israelí, sumidos de nuevo en el espiral de la violencia”, ha recalcado.
Asimismo, el obispo de Roma ha dirigido su oración por aquellas madres que “están de luto” al llorar “por sus hijos asesinados por la guerra y el terrorismo, las madres que los ven partir en viajes de desesperada esperanza, y también a las madres que tratan de liberarlos de las ataduras de la adicción”, ha deseado.
Sin abandonar a las mujeres, el Sucesor de Pedro pide a la Patrona de España ayudar a aquellas que han sufrido la violencia: “Te rogamos seques las lágrimas, ayúdanos a hacer un camino de educación y purificación contra la violencia que acecha nuestros corazones y mente y pidiendo a Dios que nos libre de ella. Muéstranos el camino de la conversión, porque no hay paz sin perdón ni perdón sin arrepentimiento”, ha agregado el Papa en su plegaria.