La mujer de 85 años que ha escenificado la vida de su pueblo de Segovia con un Belén de ganchillos y bolillos
La parroquia, la ermita o ancianos jugando a las cartas son algunos de los espacios emblemáticos que ha incluido Tana en el Pesebre que se expone en la iglesia del pueblo
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Ya es Navidad. Los hogares, las calles y los comercios nos lo recuerdan constantemente. Son millones las familias que ya han armado su portal de Belén. Los hay de todo tipo. Muchos agudizan su ingenio a la hora de montarlo, pero hay un elemento que no cambia: todos representan el Nacimiento del Hijo de Dios.
Uno de los belenes más especiales de nuestro país se encuentra en la iglesia de la localidad segoviana de Escalona del Prado. Municipio de apenas 500 habitantes, ha habilitado un Pesebre realizado a base de bolillos y ganchillos, obra de Tana y su prima.
Tana tiene 85 años. Buena parte de su vida ha sido profesora de bolillos. Su 2021 ha sido duro, ya que el pasado mes de marzo perdió a su marido. Serán las primeras navidades sin él, por lo que sus sentimientos y recuerdos se agolpan en estas fechas tan señaladas. La Nochebuena y la Navidad la pasará junto a sus hijos y nietos.
Uno de ellos, Francisco Jimeno, es vicario pastoral de Segovia, por lo que se desplazará hasta Escalona para cenar con su madre, y luego se trasladará de nuevo a la ciudad para oficiar la tradicional Misa del Gallo: “Mis hijos dicen que este año no guiso y cada día cenaré en un sitio. Estoy para lo que me manden”, reconoce en Aleluya.
Su arte con el ganchillo y los bolillos le llevó juntos a su prima a fabricar un Belén a comienzos del año 2020, antes de que la pandemia llegara a nuestras vidas. Un portal que representaba algunos espacios emblemáticos de Escalona del Prado y la vida de sus vecinos.
Durante el periodo de confinamiento hicieron un paréntesis en el proyecto para fabricar unas 600 batas que hacían falta en el hospital de Segovia. Pese a todo, en las navidades de 2020 montaron un Pesebre que dibujaba a la perfección cómo es su pueblo, y que expusieron en la parroquia del municipio.
“Hicimos las cosas más representativas del pueblo como la iglesia parroquial, que es preciosa con sus cigüeñas, sus palomitas delante de un parque, a los mayores jugando al 'chito' o el ayuntamiento con sus plazas. También representamos a los pescadores o el pastoreo con las ovejas”.
De cara a este 2021, han ampliado los elementos del Belén, incluyendo la ermita del pueblo o la Virgen de la Cruz en su carroza, vestida de segoviana y acompañada por una procesión. Un trabajo duro que ha llevado incontables horas de trabajo, pero que ha tenido su recompensa, ya que además del reconocimiento de los feligreses, han ganado el primer premio de una de las cuatro zonas que constituyen el concurso de belenes provincial.
“Nos han dado 400 euros de premio que hemos dado a la iglesia porque están necesitados para las obras que tienen que hacer”, ha explicado Tana, que se mostraba muy orgullosa por el trabajo realizado durante estos dos años pese a unas circunstancias personales difíciles.