El cardenal Omella acudirá a la Asamblea Plenaria del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa

El cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y arzobispo de Barcelona, participará en Roma en la Asamblea Plenaria del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), que tendrá lugar entre los días 23 y 26 de septiembre en Roma.

Los prelados europeos se reunirán bajo el tema «CCEE, 50 años al servicio de Europa, memoria y perspectivas en el horizonte de todos los Hermanos». A lo largo de las jornadas, analizarán la situación actual en el continente europeo en todas sus dimensiones, rememorando sus raíces y el compromiso de la Iglesia en la construcción de Europa.

La sesión inaugural de esta Asamblea Plenaria comenzará con una Misa presidida por el Papa Francisco, en la Basílica de San Pedro, el próximo 23 de septiembre a las 17.00 horas. Al final de la Eucaristía con el Pontífice, los miembros del Consejo visitarán las tumbas de los Sucesores de Pedro que acompañaron e impulsaron el CCEE, con el fin de tener unos instantes de oración.

El desarrollo de las sesiones de trabajo

Entre las conferencias que tendrán lugar el 24 de septiembre, se presentará el libro «Cristo, la esperanza de Europa. 50 años de la Iglesia. Europa entre pasado y futuro», escrito por el experto vaticanista Andrea Gagliarducci. Durante la tarde del mismo día, los presidentes de las Conferencias Episcopales de Europa serán recibidos en el Palacio del Quirinal por Sergio Mattarella, presidente de la República de Italia.

El 25 de septiembre, última jornada de trabajo, participará Antonio Tajani, ex presidente del Parlamento Europeo, con una conferencia bajo el título «Lo que Europa espera de la iglesia: análisis socio político». También se producirán las intervenciones del cardenal Jean-Claude Hollerich, Presidente de COMECE; Mons. Aldo Giordano, Nuncio Apostólico en la UE; y de Mons. Marco Ganci, Observador Permanente de la Santa Sede ante el Consejo europeo.

El CCEE es organismo que reúne y coordina a las Conferencias Episcopales de Europa, comprometiéndose "al ejercicio de colegialidad en comunión jerárquica cum et sub romano pontífice; a favorecer una cooperación más estrecha entre los obispos y las Conferencias Episcopales con el propósito de promover e inspirar la nueva evangelización; a contribuir al diálogo ecuménico por la unidad de los cristianos; a ofrecer un testigo eclesial a la sociedad europea".