El cardenal Raphael Sako anima a los obispos del Sínodo caldeo de Bagdad a "leer los signos de los tiempos"
El encuentro ecuménico que tiene lugar en la capital de Irak tiene lugar del 9 al 14 de agosto, donde se busca enfrentar los nuevos retos que afronta la Iglesia caldea
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El cardenal Raphael Sako, Patriarca de Babilonia de los Caldeos, presentó el pasado lunes, 9 de agosto, los trabajos del Sínodo que está teniendo lugar en el seno de la Iglesia Caldea. El encuentro tendrá lugar hasta el 14 de agosto, víspera de la festividad de la Asunción de la Virgen María. El Sínodo ha sido convocado con la intención de afrontar urgentemente los cambios que trae la sociedad moderna a nivel cultural y de convivencia.
En este sentido, el cardenal Sako ha pedido a sus homólogos caminar con espíritu sinodal, de cara a enfrentar los cambios de la forma más eficiente que les sea posible. "Es esencial caminar juntos en plena comunión", ha afirmado el purpurado, recordando a los demás obispos la necesidad de "leer los signos de los tiempos" para interpretarlos y actuar en consecuencia.
La reforma caldea: cambios en la liturgia para hacerlo más accesible a los fieles
Uno de los aspectos que se aborda dentro del Sínodo es la reforma de la liturgia caldea, de forma que pueda realizarse de manera más "accesible" a los fieles. Concretamente, Mons. Sako propone revisar "el contenido, el lenguaje y el estilo" de los actos rituales, con una historia de hace más de 2.000 años y, desde la perspectiva del cardenal, "desconectados de la sensibilidad y las circunstancias" de la sociedad actual.
En este sentido, Sako se refirió a los niños y a quienes no conocen el rito caldeo pero desean vivir la liturgia: "Están menos dispuestos a rezar, porque no hay correspondencia con su presente, su lengua, su lógica y su cultura".
También se refirieron a la situación de los cristianos de Irak. Lejos de tomar una posición política fruto de su complicada situación y la persecución de los últimos años, Sako explicó que es preciso "trabajar, con valentía apostólica y responsable, para iluminar las conciencias en temas como la paz, la justicia social, la ciudadanía y la inmigración".
También recalcó el papel de la Iglesia como símbolo de paz y fraternidad entre los habitantes del país oriental. Por último, destacó la necesidad de "reforzar la presencia de la Iglesia Caldea en Irak", mermada por el éxodo de los cristianos que se han visto obligados a escapar del país a causa del grupo yihadista Daesh, que llegó a amenazar con la toma de todo el territorio iraquí hace algunos años.