El paso clave para que los buñuelos queden poco aceitosos
Este postre, junto con las torrijas, es el dulce por excelencia de la Semana Santa en nuestro país
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Junto con las torrijas, los buñuelos de viento son el dulce por excelencia de la Cuaresma o la Semana Santa en nuestro país, prácticamente nadie se quedará estos días sin comer al menos uno. Con el paso del tiempo este típico dulce ha ido ganando fieles gracias especialmente a la diversificación de los rellenos. Tradicionalmente consistían sólo en la masa bien frita, espolvoreada con azúcar y en ocasiones con canela. Pero, más tarde comenzaron a incorporar buñuelos rellenos con crema pastelera, nata montada, cabello de ángel, chantillí, chocolate o trufa.
En el programa 'Bocaditos de cielo', episodio 19, podemos encontrar esta receta que cocinaron las monjas Sor Liliana y Sor Beatriz para todos nosotros. En este postre los ingredientes principales son la pasta y los cereales. Además, los buñuelos no son de gran dificultad para cocinarlos. Además, los podemos hacer en alguna celebración importante, en casa de tus abuelos o a diario.
Los ingredientes principales
150 g de harina
50 g de mantequilla
100 g de azúcar
1 vaso de agua
Ralladura de limón
3 huevos
2 cucharas de azúcar glass
Sal
Aceite
El secreto para que el bueñuelo quede perfecto
El buñuelo tiene que quedar fino, esponjoso y poco aceitoso. Para eso, debemos tener mucho cuidado cuando estemos trabajando con la masa de este postre. Un gran consejo es que el aceite tiene que estar bien caliente, ya que si lo tenemos en un fuego bajo o está poco caliente, la masa se puede ir al fondo. Lo que tenemos que conseguir es que se mantenga a flote.
La preparación de la masa
Lo primero de todo, para elaborar la mesa tenemos que mezclar el agua, la harina, la mantequilla, el azúcar, la ralladura y la sal. Después, hay que cocerlo, removiendo constantemente con unas varillas. Cuando lo retiremos del fuego y lo dejemos entibiar, añadiremos los huevos uno a uno, trabajando bien la pasta, hasta que los huevos estén bien incorporados. Uno de los trucos es formarlo con una manga pastelera y una boquilla rizada, y así, dejarlas caer en la sartén con el aceite caliente. Por útlimo, los podemos espolvorear con azúcar glass.
Y... ¿una vez fritos?
Una vez fríos, los podemos rellenar con una manga pastelera. Nos temeos que asegurar de que queden gorditos y bien llenos. Pero, ¡cuidado! No se pueden rajar o rompaer por haberlos cargado demasiado.