En 'El Espejo'

Jonathan Ravelo, seminarista: “Tiempos difíciles siempre han existido, pero no por eso tenemos que desanimarnos”

Con motivo del Día del Seminario, en 'El Espejo' hemos hablado con dos candidatos al sacerdocio sobre su vocación.

00:00

Jonathan Ravelo, seminarista: “Tiempos difíciles siempre han existido, pero no por eso tenemos que desanimarnos”

Natxo de Gamón

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Sus nombres son Ignacio López Sorolla, del Seminario de Valencia y Jonathan Ravelo Cruz, del Seminario de Canarias. Ambos han contado en 'El Espejo' cómo escucharon la voz del Señor para que lo dejaran todo y se fueran con Él.

Ignacio López Sorolla recuerda dos claves en su decisión de dedicar la vida a Dios: su cercanía a la parroquia y la Visita Apostólica a Madrid del Papa San Juan Pablo II en 2003. “Mi parroquia ha dado muchas vocaciones. Mis párrocos han sido todos sacerdotes entregados, y algunos hijos de la parroquia son ahora sacerdotes entregados. Y eso se contagia. Cuando ves a un sacerdote que vive el Evangelio, se contagia”, explica el seminarista valenciano, que también recuerda su participación en el encuentro que mantuvo con los jóvenes el Papa San Juan Pablo II en su último viaje a nuestro país. “Recuerdo que hubo un testimonio de un seminarista que fue impactante. Pero recuerdo grabadas a fuego las palabras del Papa, que decía 'vale la pena trabajar por la causa de Cristo'. Y aquello hirvió en mi corazón”.

Por su parte, Jonathan Ravelo también recuerda dos momentos en su vida que le ayudaron a tomar la decisión de ingresar en el seminario. “En primer lugar, la familia. Desde pequeñito, mis padres me inculcaron la semilla de la fe”, asegura el seminarista canario, que también apunta a un largo ingreso en el hospital como fundamental. “Fue el testimonio de vida del capellán del hospital lo que me hizo cuestionarme las grandes preguntas de mi existencia, y sobre todo, una pregunta fundamental: ¿dónde reside la verdadera felicidad? Este hombre era capaz de irradiar serenidad, esa tranquilidad que muchas veces necesitan los enfermos para poder curarse”.

Estos dos jóvenes seminaristas también analizan cómo es posible que sus vocaciones hayan despertado en un 'ambiente hostil'. Jonathan asegura que “tiempos difíciles siempre han existido, pero no por ello tenemos que desanimarnos. Dios sigue llamando a la vocación del sacerdocio. La cuestión es si realmente sentimos esa llamada, esa felicidad que se siente al seguir al Señor”.

Ignacio López Sorolla afirma que las personas que sienten la vocación se tienen que esforzar. “Una persona que se siente profundamente amada por Dios tiene que comunicarlo. Y llega un momento que el Señor te pide 'da la vida por Mí'. Tenemos que rezar mucho”.

Y ambos coinciden en que hay que pasar a la acción. “Tenemos que dejar un poco el tema de las palabras y pasar a la acción y las obras”, afirma Ignacio López Sorolla, mientras que Jonathan Ravelo asegura que “tenemos que ser pastores, testigos de Cristo, que sale al encuentro de la sociedad en su conjunto”.