Las dominicas anuncian la construcción de un nuevo colegio en Qaraqosh (Irak), ciudad destruida por Daesh

Desde la expulsión del grupo terrorista Daesh de la Llanura del Nínive (Irak) en el año 2016, la principal ciudad cristiana del país, Qaraqosh, ha retomado progresivamente su vida, con el regreso de sus habitantes. Poco a poco, también han regresado los religiosos que residían en la localidad, entre ellos las hermanas dominicas, que han anunciado la construcción de un nuevo colegio.

Sor Clara Nas, priora de la congregación, afirmó que desde 2016 ansiaba la construcción de un colegio de educación secundaria en el municipio: "Nuestro objetivo era proporcionar a los jóvenes un lugar de reconciliación y curación después de la terrible experiencia de años de desplazamiento forzado a causa del ISIS".

El proyecto ya se encuentra en marcha, gracias a la colaboración de Ayuda a la Iglesia Necesitada y la Cancillería Federal de Austria. Un anuncio que ha sido bien recibido por las familias, ya que una de las "mayores preocupaciones de los que habían regresado o de los pensaban regresar era la educación de sus hijos".

Las religiosas dominicas aportan, de este modo, una posibilidad de educación a los adolescentes de la ciudad. Ya antes de la ocupación de la ciudad por parte de Daesh, las hermanas administraban un colegio de educación primaria, del que han vuelto a tomar la gestión desde su regreso en 2016.

El regreso de los cristianos a Irak, tras la persecución de Daesh

Tras el repliegue que el grupo yihadista Daesh ha sufrido en los últimos años en Irak, son muchos los ciudadanos del país que comienzan a regresar a los lugares de los que fueron expulsados. Entre ellos se encuentran miles de cristianos, que han encontrado sus casas y templos destrozados por la brutalidad de los terroristas.

Una de las ciudades que más daños ha recibido, ya que se trata la principal localidad cristiana del país, desde que fuera ocupada en agosto de 2014. También ocuparon otros municipios con presencia cristiana, obligando a escapar a más de 120.000 personas, dejándolo todo para sobrevivir a la persecución yihadista.

Sin embargo, en 2016 tuvo lugar la expulsión de los terroristas de la región, gracias a la actuación del ejército iraquí y las fuerzas kurdas. Desde aquel entonces, poco a poco han regresado los habitantes de la ciudad.