Los obispos de EEUU, sobre los afganos colaboradores con el gobierno: "Ellos y sus familias están en peligro"

A través de un comunicado, la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) ha destacado la necesidad de actuar con rapidez para ayudar a los afganos colaboradores del gobierno estadounidense para escapar del país y salvar su vida: "El objetivo del gobierno de reubicar hasta 30.000 solicitantes de SIV (Visas Especiales de Inmigrante) en los Estados Unidos sigue siendo una tarea monumental que pende de un hilo".

"Miles de personas que han trabajado como intérpretes, traductores y en otras áreas junto con el ejército de los Estados Unidos durante los últimos veinte años, incluidos los solicitantes de Visas Especiales de Inmigrante (SIV), se encuentran ellos mismos y sus familias en peligro", explican los prelados.

Respuesta a la desesperación de muchos afganos

Además, los obispos manifiestan su preocupación por las mujeres y los niños que se encuentran en el país y cuyas vidas corren peligro, al tiempo que afirman entender la delicada situación que podría generar la evacuación de cientos de afganos: "Sabemos que la retirada de las fuerzas estadounidenses y la evacuación de afganos vulnerables, incluidos aquellos que apoyaron a nuestro ejército o trabajaron con ONG y otras organizaciones, sería un proceso complicado que podría generar inestabilidad en Afganistán".

También se han referido a las imágenes que llegan al ámbito internacional desde el interior del país árabe, lamentando una situación general en la que se toman "decisiones desesperadas de vida o muerte".

Por último, la Iglesia estadounidense ha confirmado su compromiso de prestar ayuda al gobierno para ubicar y dar alojamiento y asistencia a las familias afganas, al tiempo que se hacen eco de las palabras del Papa: "Que cese el clamor de las armas y se puedan encontrar soluciones en la mesa de diálogo".

La acogida de afganos solicitantes de asilo se produce después de la ocupación del país por parte de los talibanes, que se hicieron con la ciudad de Kabul el pasado 15 de agosto después de tres semanas de un avance relámpago a lo largo de las provincias del país.

Varios países centran ahora sus esfuerzos en trasladar a su personal diplomático fuera de las fronteras afganas, por temor a las represalias violentas de los insurgentes que pongan en riesgo la vida de los extranjeros. Varios afganos se encuentran en una situación de incertidumbre al no poder salir del país, circunstancia que se acentúa debido a la cancelación de todos los vuelos comerciales