En 'El Espejo'
Monseñor Sebastián: “La Iglesia Católica en el Chad es creíble”
El obispo de Laï, en Chad, nos ha contado en 'El Espejo' cómo ha vivido en su diócesis la Semana Santa y la Pascua.
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Monseñor Miguel Ángel Sebastián, M.C.C.J. gobierna la diócesis de Laï, al sur de Chad, desde 1999. Asegura que, a pesar de los problemas que viven sus fieles, han celebrado con alegría la resurreción de Cristo. “Esta alegría que tienen les ayuda a hacer frente a tantos problemas que tienen”, afirma el obispo de Laï.
Monseñor Sebastián también ha explicado cómo vivió la Vigilia Pascual que celebró en la noche del sábado, diferente a lo que hacemos aquí en España. “Lo que la hace bastante diferente a como se celebra en España son los bautismos. Aquí seguimos la tradición del catecumenado, y se preparan durante 4 años para el bautismo”, expone el misionero comboniano. “Aunque muchas veces, como no tenemos condiciones materiales, los bautismos se celebran el Domingo de Pascua en lugar de la noche del Sábado Santo”, se lamenta monseñor Sebastián, que asegura que “cuando no hay bautismos, es como que la gente tiene menos alegría”.
Aunque el obispo de Laï ha contado que, este año, ha decidido pasar esta Semana Santa con un grupo de seminaristas. “Hemos estado juntos para comprender en profundidad el significado de estos días y también para conocerlos un poco mejor, porque muchos de ellos van a entrar en septiembre en el Seminario Mayor”.
Escucha la entrevista completa a Mons. Sebastián, M.C.C.J. en 'El Espejo'
“Y ayer, Domingo de Resurrección, fui a un pueblo, a unos 50 kilómetros de Laï, a ayudar a un coadjutor de una parroquia que tenía muchos bautizos. Se reunió gente de entre 40 y 50 pueblos para dar testimonio de la resurreción de Jesucristo, pero también para participar en el bautismo de 124 jóvenes. Fueron 4 horas de ceremonia, que para nosotros eso no es nada”.
Y sobre la situación del país, monseñor Sebastián dice que, ahora mismo, en Chad se respira tranquilidad. “Es verdad que hemos pasado momentos tan duros como los que están pasando en República Centroafricana o en Sudán del Sur, pero esos momentos ya pasaron”. “La Iglesia Católica es creíble y los gobernantes no nos ponen dificultades. No ayudan, pero aceptan que nosotros trabajemos nuestro campo del desarrollo integral humano. Y la Iglesia en el Chad, además de la evangelización y del anuncio de la Palabra, tiene como meta el desarrollo humano”.