El Papa envía una misión especial a México para luchar contra los abusos

Esta nueva misión en México, tal como la que envió ya a Chile, es una forma de marcar con claridad el camino a toda la Iglesia

El Papa Francisco

Eva Fernández Huéscar

Roma - Publicado el - Actualizado

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Los abusos y su encubrimiento oscurecen “la luz del Evangelio como no lo habían logrado siquiera siglos de persecución”, aseguraba ya el papa emérito Benedicto XVI a los católicos de Irlanda. Siguiendo la estela de sus predecesores el Papa Francisco ha ido proponiendo medidas urgentes para que la Iglesia cuente con los mecanismos adecuados para la prevención y atención a las víctimas de abusos.

Esta nueva misión en México, tal como la que envió ya a Chile, es una forma de marcar con claridad el camino a toda la Iglesia, y de paso hacer justicia a la gran labor de infinidad de sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos.

A finales de este mes de marzo llegará a México el equipo encabezado por el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la fe, el que podríamos considerar “número tres” de este “ministerio” de la Santa Sede. Le acompañará el sacerdote Jordi Bertomeu oficial de este dicasterio vaticano, para escuchar a víctimas de abusos del país.

El antiguo promotor de Justicia (fiscal) en la Congregación para la Doctrina de la Fe es muy conocido por su investigación a Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo y, en 2018 la investigación de abusos en Chile que llevó al cese simultáneo, en Roma, de todos los obispos chilenos.

Mons. Charles Scicluna junto a Jordi Bertomeu mantendrán reuniones con obispos y superiores religiosos desde el 20 al 27 de marzo. También se facilitarán encuentros confidenciales en la Nunciatura para todas las personas que quieran hablar con los enviados del Vaticano y ellos a la vez intentarán brindarles toda su ayuda.

El director de la Sala de Prensa del Vaticano, Matteo Buni, asegura que se trata de un servicio de asesoría técnica, una ayuda fraterna, un diálogo que ayude a la Iglesia en México a reafirmarse en el camino ya emprendido en la dirección correcta para dar la debida respuesta a las víctimas de abuso sexual de menores por parte de clérigos.

El Papa decidió tomar esta decisión tras conocer que algunos representantes de la jerarquía eclesiástica tenían dificultades para aplicar los últimos cambios en la legislación sobre protección de menores y encubrimiento de los casos de pederastia.

El episcopado de Méjico ha agradecido la llegada de esta misión de ayuda, reiterando que ellos han estado luchando “de forma responsable, transparente y clara contra la cultura del abuso y el sistema de encubrimiento que le permite perpetuarse”. En la carta escrita por la Conferencia del Episcopado Mexicano y su Consejo Nacional de Protección de Menores, se apunta que la misión, “busca beneficiar a los más pequeños y vulnerables impulsándonos como Iglesia, y en específico a nosotros como obispos, a continuar custodiando a estos hermanos nuestros. Confiamos en que servirá para mejorar la respuesta a estos casos, buscando la acción de la justicia civil y canónica bajo el principio de ‘tolerancia cero’ para que ningún caso quede impune en nuestra Iglesia”.

Según datos de la propia Conferencia Episcopal de México del pasado 14 de enero, han investigado a 271 sacerdotes por denuncias de abusos a menores en la última década, y 217 presbíteros han sido dimitidos del estado clerical debido a estos delitos.

Agenda de la misión

El viernes 20 se mantendrá un encuentro con todos los miembros del Episcopado Mexicano, mientras que el lunes 23 se reunirán con los Superiores Mayores de Religiosos de México. El resto de los días estarán a disposición de todos aquellos que quieran compartir sus experiencias o recibir orientación o asistencia en la sede de la Nunciatura Apostólica, que ha dispuesto todo lo necesario para acoger a los interesados, garantizando la total reserva y confidencialidad tanto de las personas que a ella acudirán como del contenido de cuanto se trate.

La noticia llega pocos días después de que la Santa Sede anunciara la constitución de un grupo de trabajo con la misión de ayudar a los obispos del mundo a redactar líneas guía para combatir los abusos.