La policía cubana libera al seminarista Rafael Cruz Dévora después de tres días de arresto

Rafael Cruz Dévora, seminarista cubano arrestado por las autoridades cubanas el pasado lunes, 12 de julio, ha sido liberado. La noticia se produce gracias a la mediación del obispo de Matanzas, Manuel Hilario de Céspedes por el joven de 26 años, al que han impuesto una multa por desorden público.

Mons. Hilario ha explicado que la salud del joven no corre peligro: "Está bien, cansado como es obvio, pero bien".

Rafael Cruz tomó parte en las protestas que se vienen produciendo desde el pasado domingo en varias localidades principales de Cuba. A pesar de que tan solo estuvo aproximadamente veinte minutos llamando a civiles y policías a entenderse sin violencia, fue arrestado horas después cuando se encontraba en la casa de sus padres.

Rafael no es el único caso de detención arbitraria en el país. También se produjo el pasado domingo, 11 de julio, la detención violenta del sacerdote Castor Álvarez.

El presbítero tuvo que recibir puntos de sutura en la cabeza, ya que recibió un golpe con un bate de béisbol durante las manifestaciones, en las que trató de evitar la violencia entre civiles y policías.

Álvarez ha grabado y difundido un vídeo en el que agradece a los que han rezado por él, al tiempo que pide paz y libertad para Cuba. "Pedimos que haya justicia. Debemos rezar para que haya justicia hacia quienes aún están detenidos, y no se cometan excesos. Que encontremos el camino de la paz y el de la libertad".

El origen de las manifestaciones

Las protestas en Cuba estallaron el pasado 11 de julio con manifestaciones masivas en las localidades principales. Se trata de las jornadas de tensión más fuertes que ha vivido la isla caribeña desde 1959, año de inicio de la revolución de Fidel Castro.

Las manifestaciones se producen a causa de la crisis social, alimentaria y de medicinas que sufre actualmente el país, agravada por la expansión de la covid-19. Con consignas como "Libertad" o "Patria y Vida", los manifestantes exigen un cambio de régimen y la llegada de alimentos y medicinas a la isla.

Durante las protestas, las autoridades del país cortaron el acceso a internet y se han producido varias detenciones violentas, tanto de manifestantes como de periodistas -incluso extranjeros- que se encontraban haciendo su trabajo al informar sobre los sucesos. Mientras tanto, el presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, llamaba a la calle "a todos los revolucionarios".